De Reina de Carnaval a jugársela por su bebé

Giovanny es un bebé de tan sólo nueve meses que se ha pasado toda su corta vida entre aviones y hospitales de Madrid y Tenerife a causa de una atresia biliar diagnosticada cuando tenía dos meses y medio, pero cuyos síntomas traían a sus padres de cabeza desde que nació. Ahora, espera a que un juez autorice que su madre pueda cederle parte de su hígado porque el suyo está cirrótico. El pequeño y sus padres llevan unos cinco meses en Madrid y ya empiezan a acusar la falta de ayuda económica. “Son muchos meses aquí, la situación es insostenible, y ya no podemos mantenernos”, lamentan.
Ana María Tavárez, mamá de Giovanny, es reconocible por muchos tinerfeños porque fue la Reina del Carnaval santacrucero en 2009. La joven, procedente de Santo Domingo, lleva 21 años en Tenerife, y precisamente hoy martes cumple 22 años.

El padre de Giovanny es Adrián Rodríguez, es un joven taxista que se ha quedado sin empleo por acompañar a su pequeña familia en Madrid y no poder volver a Tenerife a causa del largo proceso de las pruebas de compatibilidad a las que se sometió junto a su mujer, para ver qué hígado era compatible con el de su hijo. Él fue descartado por su coagulación sanguínea, pero, por fortuna, su mujer no. Se encuentran a la espera de que un comité ético y posteriormente el juez den el visto bueno al trasplante.

La atresia biliar es una afección congénita del hígado que suele diagnosticarse al mes de nacimiento. Principalmente se manifiesta por una ictericia (coloración amarillenta de la piel y de las membranas mucosas) a las dos semanas de nacer y un crecimiento lento. Sin embargo a Giovanny Rodríguez Tavares le fue detectada cuando tenía dos meses y medio, a pesar de que los padres comentaron a varios facultativos que el estado de su bebé no les parecía normal.

Detección tardía

“Nosotros lo veíamos amarillo y siempre se lo consultábamos su pediatra que nos decía que una ictericia normal. Fuimos a otro pediatra, de pago, y nos dijo que era normal, hasta que un día lo llevamos al Hospitalito porque tenía mocos. El médico nos pidió cuentas sobre el color del niño, le palpó el vientre y detectó su hígado inflamado. Lo envió directamente al Universitario y le estuvieron haciendo pruebas durante 15 días”, relata su padre.
Luego lo enviaron al 12 de Octubre de Madrid. Por aquel entonces Giovanny ya tenía unos tres meses cumplidos. “Lo peor es que los médicos nos dijeron que el problema de Giovanny seguramente se habría resuelto con una operación si hubiera sido diagnosticado al mes”, lamenta Adrián.
Aún así le operaron a los tres meses, pero la intervención no dio los resultados esperados. Giovanny necesitaba un trasplante y se sumó a la larga lista de espera. Su hígado aguantaría sólo algunos meses.
Por fortuna el pasado jueves recibieron la buena noticia. Ana es apta para ceder parte de su hígado a su bebé. Este viernes la verá un comité ético para aprobar la operación, y en las próximas semanas un juez deberá autorizar la donación.
Euro a euro
A la pena de tantos meses de incertidumbre y pruebas medicas de Giovanny y sus padres hay que sumarle los más de 5.000 euros que los jóvenes han empleado para dormir, comer y desplazarse en una de las comunidades más caras del país.
Los sucesivos desplazamientos a Madrid de Giovanny y su madre los ha costeado la Consejería de Sanidad, pero hasta ahora, los dos jóvenes han tenido que hacer frente a su larga estancia en Madrid. La Consejería sufraga 30 euros al día sólo para Ana, pero aún no han recibido ni un euro, y han ido adelantando todos los gastos.
Adrián ha buscado trabajo en Madrid, pero la crisis no ayuda. El coche hace tiempo que lo vendió por algo de liquidez. El paro se destina básicamente pagar a la hipoteca de su piso en El Sobradillo. “Lo que pedimos es ayuda a las personas, que se pongan en nuestro lugar. Sólo le pedimos un euro a quien pueda, entre todos podemos hacer algo”. (Su numero de cuenta es el 2065-0150-01-1400072912 de Caja Canarias).