¿Cómo pudo suceder?

Saida Prieto, herida grave con quemaduras en el 40% de su cuerpo -según la valoración del Hospital de El Rocío, hecha anoche, tras ser operada de nuevo- en la gala de la reina del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife del pasado miércoles, fue traslada en la tarde de ayer a la Unidad de Quemados sevillana. Junto a la representante de Parque Bulevar y Diario de Avisos, ayer permanecían ingresados Víctor Díaz -en Hospital Rambla-, su diseñador, que empeoró anoche, con quemaduras en la cara tras lanzarse a su rescate para liberarla de su traje, donde estaba atada a la cintura, así como Willy Jorge -en el hospital de La Candelaria-, creador de la fantasía de Radio Club Tenerife, que incorporaba dos cañones con "fuegos fríos" que incendiaron el traje de Saida Prieto.

Aunque la madrugada de ayer la madre de Saida dijo que, según los médicos, habría que esperar 48 horas, al mediodía se decidió su traslado al empeorar su estado; el fuego se había cebado en la espalda de la también comparsera de Cariocas y se temía que hubiera afectado a algún órgano vital. A la espera de conocer su evolución, el alcalde Bermúdez decretó cubrir los gastos del traslado de la familia y él mismo los acompañó a Sevilla.

Más tarde, la organización tomó una medida cuyo único precedente se halla en 2009, cuando se pasó del viernes al sábado por la lluvia y suspendió la cabalgata anunciadora y los actos de hoy.

La tragedia de Saida Prieto tuvo su origen a las 22:25 horas del miércoles, una hora después del inicio de la gala. La candidata número 9, con diseño de Willy Jorge y patrocinio de Radio Club, esperaba salir en la rampa y se disparó uno de los dos cañones colocados por Jorge, que había solicitado permiso, según la versión dada ayer por fuentes familiares, que declinaron dar más detalles. La llama acabó con el traje de delante, el de Saida Prieto, aspirante número 7 por Bulevar y Diario de Avisos. En segundos, plumas y corcho fueron una bola de fuego con el fatal balance para Saida Prieto y la incertidumbre de qué hubiera ocurrido sobre el escenario y con 7.000 personas enfrente. Máxime cuando el concejal de Fiestas limitó el control de los efectos pirotécnicos al buen hacer de los diseñadores, como dijo.

Mientras la tragedia se cebaba con Saida, los presentadores intentaban regresar a la normalidad. La que sí desfiló fue la aspirante de Radio Club. En el recinto, un olor parecido más a incienso que a fuego -la gala era de Bollywood- quedó al desnudo al caer cenizas; no pasó inadvertido para algunos el fogonazo de una gran llamarada que llegó al techo.

Desde entonces, el Carnaval es un clamor: #AnimoSaida

Humberto Gonar