La idea partió de los presos, que se han hecho ya un nombre en los concursos de arreglos florales de Santa Cruz. El taller de flores es uno de los más concurridos, al menos en Tenerife, pero hay más: de pintura, marquetería, informática, teatro, panadería, confección de ropa... «Las sacas de Correos se cosen en las cárceles españolas y también las mantas y sábanas de los cuarteles, la ropa infantil de una conocida firma, las chaquetas de los marines americanos...
Hasta se fabrica un sistema de antirrobo para coches», cuentan en Acaip.
El trabajo está remunerado, pero «mal»: «Los internos cobran unos 300 euros».
No hay comentarios:
Publicar un comentario