martes, 2 de febrero de 2016

La primera 'drag' de El Hierro

Hoy hacemos una parada en el precioso pueblo de Guarazoca. En este idílico rincón de Valverde nos encontramos con el restaurante La Pasada.


Nuestro protagonista trabaja aquí, es el cocinero de un restaurante que, con esfuerzo, ha sacado adelante junto a su madre y hermana. Gonzalo Cejas es muy joven, solo tiene 22 años, pero eso no le impide poseer un sentido de la responsabilidad admirable.

Hacemos una parada y entramos al restaurante, queremos conocer a Gonzalo Cejas y, también, a Natali. Y no, no se confundan…, se trata de la misma persona.

Este herreño es el primer y único transformista de la isla. Entro al restaurante donde trabaja y puedo comprobar que varios vecinos están tomando un vaso de vino en la barra. Hablan de la poca lluvia que ha caído y comentan cuestiones relacionadas sobre su ganado.

Me llama la atención que, justo en la pared que está junto a ellos, hay una fotografía en una especie de calendario de un Drag Queen en La Maceta. Luego descubrí que se trata de Gonzalo o como lo llaman sus allegados Gonzalito.

Este herreño es gay, transformista y drag queen. Ahora vive con total normalidad su condición, pero no siempre fue todo tan fácil. Gonzalito se ha presentado al certamen de Miss Gay Tenerife y ha actuado en diferentes galas como transformista y como Drag Furia, lo más reciente es la actuación en la gala Drag de Las Palmas de Gran Canaria.



Se aproxima el Carnaval y Gonzalo está más activo que nunca. “Es mi fecha favorita”, admite. Estos días la vida de este herreño es cuanto menos atípica.

Podemos encontrarlo cavando papas, con su ropa de cocinero atendiendo a siete comandas o preparando su nueva fantasía para la cabalgata de Valverde. “Ahora disfruto al máximo y hago lo que quiero, sin tener en cuenta lo que puedan pensar de mi”, dice.

Nos cuenta que, al principio, eran injustos con él y había gente que no le respetaba. “Afortunadamente, eso ya ha cambiado y noto el cariño y respeto”, afirma.

Gonzalo tiene a su madre, Angélica, como un fuerte pilar en su vida. “Siempre me apoyó y nunca me discriminó”, destaca. También, habla con mucho cariño de su abuela que, pese a su avanzada edad, siempre ha apoyado a “este nieto tan moderno“.

También, habla de su hermana. “A ella le encanta ver cómo me transformo, incluso me quiere quitar algún traje de los que me pongo”, dice sonriendo.

Gonzalo Cejas ha sabido y querido superar cualquier barrera que le impedía ser libre. Ahora, ya sonríe con libertad y sin miedos, sabiendo que nadie pisará las flores de su libertad.

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