
A primera hora de la tarde, con el furgón repleto de tambores, ponemos rumbo a Santa Cruz. Nos esperaba una larga tarde que prometía muchas emociones…. Y vaya si las hubo!!!
Primero dos talleres abiertos, uno en la calle Castillo y otro en el Parque García Sanabria, que se llenaron de inmediato. Mucha gente, mucha ilusión y muchas caritas felices. Entretanto, Dautaka actuaba en el Parque La Granja. A las 20.00, reunión general: más de 100 personas, para las que no teníamos los tambores suficientes… hubo que turnarse. Y a tocar!.
Mucho ajetreo de carga y descarga de instrumentos, perfectamente controlada por Jairo, una perfecta organización de la Sociedad de Desarrollo de Santa Cruz de Tenerife y una fantástica colaboración de la Policía Municipal, nos permitieron cumplir los complicados horarios a rajatabla.
Un espectáculo para propios y ajenos donde la adrenalina campaba a sus anchas, creando un ambiente de unión, mágico.
Terminado el primer pase, la gente preguntaba “¿a qué hora volvéis a tocar?”…
Tras cada tambor, todo tipo de personitas y personas, más altos o menos altos… pero todos grandes y que, a medida que iban sonando los diferentes ritmos propuestos por Abril, Natacha y Unai, seguían creciendo. Si al principio éramos 100, al terminar éramos muchos más, porque todo el público que llenaba la Plaza del Príncipe se sumó, participó y se emocionó con un final que nos puso a todos los “pelos de punta”.
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