El Martes del Carnaval es sinónimo del "Día Internacional del Turista" en la capital tinerfeña. Miles de visitantes que disfrutan estos días en la Isla se trasladaron desde diferentes lugares de la geografía tinerfeña para disfrutar el Cosos Apoteosis de la fiesta de la máscara. Los euros abonados por las sillas fueron más que rentabilizados y pusieron a prueba la capacidad de sus móviles, pues cada grupo que aparecía era un motivo para levantarse y pedir una fotografía que inmortalizara la visita del turista al Carnaval de Tenerife.
Con Alfonso Cabello al frente de la Sociedad de Desarrollo, Santa Cruz ha creado una particular tribuna o zona vip en el trazado del desfile más comercial del Carnaval: el Coso. Así, ayer, dos enormes gradas emplazadas frente a la sede del Cabildo fueron una tribuna perfecta desde la que los visitantes se deleitaron en casi cuatro horas de Carnaval. Entre las 1.600 personas repartidas en las gradas, la expedición alemana que tradicionalmente acude en Puerto de la Cruz a su intercambio.
Pero ayer Santa Cruz fue el centro de atención de los amantes del Carnaval con mayúsculas. Y es que hasta el sol se dio cita en la avenida de Anaga, para disfrute tanto de los vecinos de la capital, que desde primera hora de la mañana acudieron a reservar sus sillas para disfrutar en primera fila del desfile más turístico, como de los visitantes.
El Coso arrancó de forma puntual a las 16:00 horas de la tarde. A diferencia de otras oportunidades, el arranque resultó más "espeso", encorsetado. A modo de teloneras, las tres carrozas ganadoras de los premios en su modalidad junto a los tres coches engalanados. Antes del comienzo oficial, un "futbolista senior" que despertaba los aplausos del público con sus habilidades con el balón. A partir de ahí, comenzó el "lío" de Carnaval. Abriendo el Coso, como es tradicional, la Afilarmónica Ni Fú-Ni Fá, con Cándido Acuña marcando el compás.
Como si fuera a cámara lenta, continuó la comparsa Joroperos, que celebra esta edición su triplete y reinando: primeros de Interpretación, Ritmo y Armonía y Presentación, más el título de la reina infantil. Una percusión con calor, pero un baile pausado, nada que ver con el que sacó "uñas y dientes" en el Ritmo y Armonía, lo que también tiene su justificación después de cinco días de Carnaval, entregados en cuerpo y alma como solo la comparsa de Fernando Hernández lo hace. Al frente, sus bailarines de cabecera, David Gómez y "La Negra", entre otros. Fue una primera hora para recrearse la vista en lo mejor (según los jurados de los diferentes concursos) del Carnaval. Siguieron los Mamelucos. De triplete a triplete. En el caso de los laguneros, el segundo de su historia (2015 y 2018), en el particular de los de la Casa del Miedo, el cuarto. Solo su fantasía, -no cantaron-, hizo las delicias de los turistas; alguno de ellos pareció recordar la visita realizada días atrás al Loro Parque.
Siguió la comparsa Tropicana, que acercó a la avenida de Anaga más calor, traído desde Candelaria. Ya entre Joroperos y Mamelucos desfiló la reina y detrás de los de la Villa Mariana llegó la primera dama. Seguía un desfile minutado tal vez para Televisión Española. A continuación Salsabor, la agrupación musical ganadora de 1º de Interpretación y 2º de Presentación con Yurena "La Negra" al frente y su diseñador y gran valor, Moi Rodríguez, con el bombo marcando el compás en un año de éxitos, tanto con Salsabor como con Diablos. Llegó otra comparsa, Cariocas, y más fotos de los turistas, que se vivieron arriba y no tuvieron problemas en echarse al asfalto de la avenida en busca de inmortalizar el momento. Segunda agrupación musical, Cantares Luz de Luna, que entonaba "Chicharrero de Corazón", y seguida, la murga ganadora del segundo, Zeta-Zetas. A partir de ahí, el desfile comenzó a coger ritmo. El Carnaval impuso su compás mientras se alternaban grupos de diferentes modalidades. En la primera hora, todo milimetrado. Lento, pero milimetrado. Una aspirantes, una murga, una comparsa, una agrupación, y vuelta a empezar. Pero llegaron los grupos coreográficos, y contagiaron su ritmo; las murgas, como Zeta-Zetas o Diablos se vinieron arriba y rompieron formación para hacer la ola con los turistas. Poco a poco, el desorden del Carnaval impuso la alegría de la fiesta en la calle, durante 4 horas de desfile.
Martes de Carnaval: nostalgia y tradición
La Afilarmónica Ni Fú-Ni Fá y la agrupación lírica y con orquesta Los Fregolinos protagonizaron ayer la cita del Martes del Carnaval para los amantes de la tradición. El concierto de la Fufa comenzó con un tributo al padre de las murgas de Canarias, Enrique González. Con este motivo, hasta La Lecherita, Francis Mendoza, llevó un ramo de flores al maestro. Tras el repertorio, reencuentro de "gente del Carnaval", como la salutación del director de la Fufa a Juan Domínguez del Toro, exconcejal de Fiestas en la década de los años setenta, o el alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, con el letrista de la Ni Fú-Ni Fá, Nicolás Mingorance, quien precisamente el próximo Domingo de Piñata celebra sus 90 años
Humberto Gonar
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