La capital tinerfeña, como otras ciudades y pueblos del Archipiélago, luce esplendorosa con la iluminación navideña, lo cual cumple con la tradición de que la mejor decoración llega siempre en vísperas de año electoral.
Pura casualidad. Callas, plazas, edificios y comercios exhiben sus mejores adornos iluminados y en muchos casos dando muestras de un derroche de fantasía, y a los ejemplos nos remitimos.
Fachadas como las de la Autoridad Portuaria, El Corte Inglés o entornos como el de la Plaza del Príncipe contribuyen a que la ciudad brille por los cuatro costados y contagie eso que llamamos espíritu navideño por todos los rincones de la capital para alegría de nuestros pequeños comerciantes.
Solo el Ayuntamiento ha encendido 2,5 millones de bombillas led. Santa Cruz La Nuit merece contemplarse
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