
La cita será en el pabellón municipal de deportes Quico Cabrera, en la capital tinerfeña, que acogerá el domingo 29 de diciembre una de esas citas que solo se ven por estas fiestas: un partido benéfico entre políticos y murgueros. Rodará el balón con un objetivo solidario, ya que el encuentro, sin corbatas ni trompetas, pretende recaudar juguetes para los niños más necesitados.
La iniciativa está promovida por Diablos Locos dentro de su programa de celebración del 50 aniversario de la fundación de la murga y ha sido acogida con gran entusiasmo por todos los invitados, tanto desde las filas de los grupos críticos como de aquellos que ocupan un cargo público.
Si llamativo puede resultar ver sobre el césped a políticos, habituales de la tribuna de oradores de salones de plenos, no lo es menos ver el mano a mano entre la fuente de inspiración de las letras -los políticos- y quién las cantan, los murgueros.
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