jueves, 30 de enero de 2020

Las rondallas lloran al maestro José Antonio García

El pulcro oído y el firme tesón del maestro José Antonio García dejan honda huella. Su labor docente ha calado en la sensibilidad de cuantos fueron sus alumnos, un numeroso grupo del que sobresalen los componentes de la orquesta de pulso y púa, que otorgaron con su labor un sello diferencial a la Agrupación Lírico Musical Gran Tinerfe, rondalla en la que compartió la dirección musical con el también recordado maestro Jesús Álvaro Fariña Adán.

El pasado martes, los familiares, amigos y, en especial, los numerosos alumnos y compañeros del maestro José Antonio García evocaron su recuerdo. El pasado lunes se había agravado su estado de salud. En el sepelio, el sacerdote Gabriel Morales tuvo certeras palabras para definir su trayectoria, al decir que había luchado “contra toda esperanza”.

El maestro José Antonio García, primer premio de Interpretación en 1992, llevaba unos años retirado del quehacer musical, si bien seguía atento y mostraba incondicional apoyo a las rondallas.

Le llenaba de satisfacción ver como algunos de sus siete hijos continúan en ese proceso, participando directamente. En la labor que “sus muchachos” realizaban, formando parte de grupos tan emblemáticos como Los Majuelos, percibía que la semilla de su afición musical seguía brotando y, por tanto, en activo.



García no faltó nunca al certamen de rondallas y, en las últimas ediciones, disfrutaba especialmente al observar la incorporación de los jóvenes. Aplaudió en especial el nacimiento de nuevas agrupaciones y en particular vivía el esfuerzo y la ilusión de todos.

Diario de AvisosZenaido Hernández 

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