lunes, 27 de abril de 2020

La hipótesis de Luis Serra: el ‘Carnaval de la calima’ propagó el coronavirus en Tenerife

La hipótesis de Luis Serra: el ‘Carnaval de la calima’ propagó el coronavirus en TenerifeEl catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria Luis Serra, que es portavoz del comité médico asesor del Gobierno regional sobre la emergencia del coronovarius, ha lanzado este viernes sus hipótesis sobre las diferencias de la pandemia entre las dos islas capitalinas.

Serra ha apuntado este domingo 26 de abril en su muro de Facebook a que esas diferencias de la incidencia y mortalidad del coronavirus entre Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife (el este especialista no alude a las islas en sí, sino a sus capitales) «no son excesivamente importantes, pero obedecen muy probablemente a dos aspectos»: la celebración del Carnaval y los casos en residencias de mayores.

Recuerda Serra que el Carnaval «se suspendió en la capital grancanaria por culpa de la calima, pero se celebró en la capital tinerfeña, menos afectada por esta inclemencia meteorológica» y añade que «también se suspendió el Carnaval de Maspalomas». El polvo en suspensión llegó entonces a concentraciones que multiplicaban por 20 el nivel máximo considerado recomendable para proteger la salud, y la tormenta de arena afectó de forma importante a las islas los días 21, 22 y 23 de febrero.

«Lecciones para no olvidar: el virus tiene predilección por las aglomeraciones y nuestros abuelos»

En Santa Cruz de Tenerife se llegó a suspender una noche sobre todo por el aviso de vientos pero  el Ayuntamiento chicharrero decidió reanudarlo el sábado del Carnaval de Día, lo que resultó polémico no solo porque, si bien por la mañana había mejorado la calima (aunque el aviso continuaba en toda Canarias), luego volvió a empeorar al mediodía, y a eso se añadió una peligrosa ola de incendios en el norte de Tenerife, y el hecho de que el Cabildo activó tarde el plan de emergencias insular, mientras en la capital tinerfeña una masa de carnavaleros bailaba sin parar.



Serra alude también a un posible segundo factor que perjudicó a Tenerife con la pandemia. En Tenerife, el COVID-19 ha afectado a distintas residencias sociosanitarias de mayores, mientras que esto no ha ocurrido en Gran Canaria». Y en este sentido señala que «no hay que descartar tampoco los viajes del INSERSO en febrero-marzo».

El caso es que, según el catedrático, «este virus, que viene de fuera, tiene predilección por las aglomeraciones y por nuestros abuelos; lecciones que no debemos olvidar».
Si echamos la vista atrás, podemos observar que Serra (como parece que ha ocurrido con la mayoría de los científicos) ha ido cambiando su percepción sobre el riesgo de esta pandemia a medida que los datos oficiales iban constatando el avance del virus en España.
Así cambió Serra: de criticar el alarmismo y no prever muertes… a pedir el confinamiento

Cuando aún no era portavoz del comité asesor del Gobierno canario (la primera reunión de este órgano con Ejecutivo fue el 26 de marzo), Serra apelaba a  que no cundiera la alarma por el Covid-19. Así, el 26 de febrero, es decir, apenas dos días después del fin de semana de Carnaval chicharrero que ahora considera como un posible factor de propagación del virus, en el Telenoticias 2 de la Televisión Canario dijo que se trataba de una «enfermedad respiratoria que se transmite por gotitas de saliva, muy parecida a la gripe, y que no reviste mayor importancia».

«En nuestro país, cada año fallecen 6.000 personas de la gripe y, posiblemente del coronavirus no fallezca nadie este año; no hay que alarmar ni difundir bulos», manifestaba entonces. Claramente se equivocó en su predicción. Includo dijo que no había que evitar la compra masiva de mascarillas en las farmacias.

La lotería y el virus
El 1 de marzo todavía reflexionaba con cierta ironía sobre el temor al virus. En su muro de Facebook colgó una foto de una portada del diario con un titular que rezaba: «Coronavirus: las preocupaciones aumentan en nuevos países». A lo que acompañó con este comentario: «Es tan razonable o lícito temerle al coronavirus como tener esperanzas de que nos toque la lotería. Si tienes menos de 50 años y no vives en China, es más probable que ganes el primer premio de la lotería comprando un solo boleto, (que representan 1 de 45 millones de probabilidades) a que puedas morir por contraer el virus COVID-19. Juguemos a la lotería pero no le temamos al virus».

A día de hoy esas posibilidades han cambiado, y en todo caso, casi dos meses después más de 23.000 personas han muerto en España con coronavirus y más de 200.000 se han contagiado, cifra que solo refleja los casos confirmados con pruebas.

Un sanitario con una muestra para detectar el COVID-19 / GUSTAVO FRING (PEXELS.COM)
El  8 de marzo Serra comentó en Facebook que veía en «claro aumento» las cifras del coronavirus en España, y advertía de que «a veces un simple acontecimiento (funeral, celebración,…) cambia las cifras de una región», sin que hiciera entonces alusión a las manifestaciones del 8M, que fueron secundadas por decenas de miles de personas, en especial en las dos capitales canarias. «Tranquilidad y extremar las medidas de prevención», recomendaba entonces.

Pero solo dos días después, el 10 de marzo, su análisis cambió del todo. Los datos ya indicaban que la pandemia había penetrado en España. Tal es así que ya aconsejaba el confinamiento: «Hay que aislar la península y las islas y limitar los movimientos de habitantes. Al menos un par de meses».

«Tal y como se están presentando los acontecimientos, es muy probable que en siete días estemos como en Italia ahora. ¿No sería mejor avanzarnos a los mismos desde ahora mismo y aplicar medidas de aislamiento y restricciones más severas? Apoyo total a las resoluciones de nuestras autoridades pero creo que la única solución la marcaba Wuham», apuntaba en Facebook el catedrático ese 10 de marzo.  Cuatro días después, el Gobierno estatal declaraba el estado de alamar y el confinamiento social.

Su análisis estonces fue que  «si se llegara a producir en España un número de infectados de 3 millones o más como pueda suceder con la gripe, se necesitaría ingresar a 400.000 personas en unidades de críticos con respiración asistida por distrés respiratorio o neumonía. ¿Existen estas camas? . El problema es fundamentalmente este. Me da mucha pena escribir esto».

Planeta Canario

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