Aún no había pisado Borja Casillas caracterizado de Drag Sethlas el escenario del Parque Santa Catalina cuando la asociación de Abogados Cristianos comenzaban ya a pronunciarse, amenazándole con otra querella. La porfía había comenzado. Aviso a navegantes, animado por la expectación sobre la actuación de despedida.
Pese al secreto que Casillas y la organización del Carnaval quisieron mantener sobre el número, trascendió que se iba a armar una buena y algunos detalles, como que saldría a escena acompañado de un coro de doce apóstoles drags. Todo un desafío.
Seguidores y defensores de la actuación de Sethlas del año pasado esperaban un espectáculo transgresor y no defraudó. Borja Casillas no se arredró ante la amenaza de los letrados devotos. Cumplió sobre el escenario e hizo delirar al público en el Parque Santa Catalina.