La Asociación Profesional de la Magistratura explicó que, aunque la crítica es legítima, "en modo alguno puede admitirse, y atenta contra los principios básicos de respeto y lealtad institucional, pudiendo incluso llegar a suponer un ataque a la independencia judicial, es el insulto y la descalificación cuando no se está de acuerdo con una decisión judicial". Señaló, además, que es más grave cuando estas descalificaciones "provienen de un representante de la soberanía popular, que debería extremar el cuidado en sus declaraciones. Flaco favor se hace a la Justicia y a los que trabajamos en ella, en un momento de escasez de medios y exceso de trabajo, con actitudes" como la de la política de CC.
En la misma línea se expresó la portavoz de Jueces para la Democracia, Victoria Rosell, que destacó que el término "goda" tiene un "claro carácter peyorativo en las Islas". Agregó que la juez "se limita a ejecutar lo que dicta la sala del TSJC y no puede resolver lo contrario". Para la juez es necesario que Oramas pida disculpas por sus palabras. La diputada nacionalista señaló en su cuenta de twitter que "los canarios sabemos distinguir perfectamente entre lo que es un godo y un peninsular", ante los comentarios de algunos twitteros.