
La
pasión de Ramos por el mundo artístico, así como por el patinaje de
competición, la ha llevado a realizar equipaciones artísticas únicas con
detalles minuciosos que han cautivado a los profesionales de este
deporte. Entre sus clientes, se encuentran entidades deportivas,
diseñadores, coreógrafos, entrenadores, etc., que buscan un producto muy
específico y personalizado que se convierta en una obra de arte más del
espectáculo.
Desde
su taller en Tenerife comercializan sus diseños en las Islas Canarias,
la Península y algunos países europeos a través de distribuidores.
La empresa cuenta con tan solo tres trabajadores que con la ayuda de la última tecnología de sublimación Roland DG,
consiguen dar respuesta a las más de mil piezas que producen
mensualmente. “Gracias a nuestro equipo humano y a la tecnología Roland
hemos alcanzado un reconocimiento a nuestro trabajo que nos ha permitido
consolidarnos en el sector. Desde nuestros inicios apostamos por Roland
para poder cumplir los plazos de entrega de nuestros pedidos con la
máxima calidad, estos equipos nos dan la precisión y fiabilidad que
requerimos para el cumplimiento de nuestra producción”, explica Ramos.