"Por vivir cerca del mar tengo la cara curtida, pero el mar llena mi vida y no quiero otro lugar", dice la última estrofa de la canción Enamórate de mí compuesta por Sindo Saavedra, quien precisamente vivió sus últimos años acompañado por la brisa de la playa de Las Canteras. Ha pasado casi una década desde que una de las personalidades más ilustres de la tierra desapareciese, aunque nunca del todo pues su recuerdo sigue latente. Ayer, familiares, amigos, vecinos y políticos volvieron a reunirse frente a la que fuera su casa, en el litoral capitalino, para rendirle un caluroso homenaje. Sonaron sus letras y se lanzaron emotivas palabras que a más de uno hicieron llorar antes de inaugurar la estatua que, forjada en su honor, se ha colocado allí, junto al mar.
Hijo Predilecto tanto por el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria como por el Cabildo de insular, Saavedra compuso más de 200 canciones entre las que destacan el que ya es himno oficial de las carnestolendas, Invitación al Carnaval. Aunque fue Enamórate de mí, interpretada Carmen Bautista la que inició un acto que congregó a muchas personas. "En 2006 surgió la idea de poner una estatua en su honor, pero fue en 2013 cuando formamos la Asociación Socio Cultural Amigos de Sindo Saavedra y contactamos con el escultor", explicó Alfonso Pozuelo presidente y fundador de la entidad junto con Marisol Ayala, Martín Merino y Ricardo Saavedra. Este último, hermano del compositor, quien ayer no pudo contener la emoción y apenas logró articular palabra.