Con las caras cubiertas con una talega, con los respectivos agujeros para los ojos, la nariz y la boca, y un traje de chaqueta ellas, y un vestido de mujer ellos, los vecinos de Agüimes rememoraron el carnaval de los años sesenta, cuando aún la fiesta no había logrado salir a la calles, y no quedaba más opción que disfrutar en los locales de sociedades y casinos. Contaban ayer los lugareños, - que decían conocerlo por las vivencias narradas por sus abuelos,- que con estos atuendos en el baile, no se sabía si estabas con un hombre o una mujer, porque la diversión incluía no abrir mucho la boca para evitar ser reconocido por la voz.
En esta ocasión, el baile, que tuvo lugar en la plaza del Rosario, fue amenizado por Yoni y Aya y Tropicana Band, y además, hubo reparto de tortillas de carnaval, arroz con leche y licores.