
La artista, de origen filipino aunque afincada desde hace varios años en la isla, aseguró ayer que en el Carnaval "todos somos extraños y no importa quiénes somos porque se olvidan los países, las diferencias, la religión y la política. Sólo importa la idea de que estamos vivo". Una idea que ha logrado plasmar con precisión en sus óleos de gran formato en el que invita al visitante a adentrarse en el misterio de las máscaras venecianas o a bailar samba con las plumas y las lentejuelas de las bailarinas brasileñas. La artista, como el Carnaval, seduce con sus escenas y con los tonos de sus cuadros. La exposición permanecerá hasta el viernes.
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