martes, 8 de enero de 2013

¡A la marcha Bambones!


"Un payaso da la cara y dos años de tristeza...". Así empezaba hace diez años la presentación de Bambones en su 20 aniversario y así, con un disfraz de cara de clown, arranca la historia de la murga de El Cardonal que cumple este año sus 30 carnavales. Tres décadas han pasado desde que los pequeños Bambas se hicieran adultos y el barrio lagunero viera nacer a lo que ahora es uno de los grupos preferidos por los chicharreros.
Los Bambones en su local de ensayo de El Cardonal.Los chicos de Primi Rodríguez empezaron siendo una murga de la que no se esperaba nada pero aún así han logrado colarse entre las finalistas en todos sus años de participación en el Carnaval santacrucero. Comenzaron a despuntar en los años 90 pero no fue hasta finales de esa década cuando Bambones conectó con el público que ya entonces abarrotaba el recinto en el que celebraba el certamen. En 1998, después de una actuación tan espectacular que solo superaron los eternos Singuangos, la murga de El Cardonal se quedó sin premio y cayó sobre ellos la sombra de la leyenda de que un grupo lagunero jamás ganaría en Santa Cruz de Tenerife. La fábula se tornó en irreal cuando al año siguiente, escondidos en la bolsa de un canguro, Bambones recibió el ansiado galardón que les elevaba en lo más alto del concurso. Y desde entonces no han parado de recibir premios y sobre todo aplausos.
"Costó mucho llegar hasta donde han llegado. Bajaban a Santa Cruz y se quedaban sin premios. Luego subían a El Cardonal y lloraban, pero al día siguiente ya estaban pensando en qué hacer el año próximo", recuerda doña Mary, la vicepresidenta y una de los fundadores de una murga de las que más personas arrastran al recinto del concurso.
Y es que dicen de ellos que es la murga con el mejor repertorio prácticamente año tras año y sus seguidores se cuentan por miles en todas las Islas, hasta el punto de que para este Carnaval ya han agotado todos los suéter que identifican a su afición.
Pero Bambones sigue siendo la misma. Ahora duplican el número de componentes con el que se iniciaron en concurso, hasta llegar casi al centenar, pero el estilo que impregnan en sus letras sigue siendo el mismo. "Seguimos siendo los mismos que en el inicio. Se conserva la seriedad, el compromiso, el respeto y la ilusión con la que nació la murga", destaca su director, Primi Rodríguez, al hablar de la evolución experimentada a lo largo de tres décadas cargadas de emociones y recuerdos. No obstante, reconoce que algunas cosas sí que han cambiado, sobre todo aquellas ligadas al vínculo que les une con sus seguidores. "Ha cambiado la exigencia, la obligación de gustar más por nuestra gente. Además, tratamos de innovar y cambiar cada año", comenta acerca de una puesta en escena y, sobre todo, unas letras capaces de levantar al público de sus asientos y sonar durante todo el año a lo largo y ancho de la capital tinerfeña.
Cargadas de ironía, sus temas son críticos y pretenden mostrar la realidad social. Entre sus hazañas, son expertos en hacer participar al público en sus canciones, hito que lograron en su Escuelita Murguera en 2003 y que han intentado repetir desde entonces en varias ocasiones, aunque no con el tremendo éxito de esa canción en la que toda una plaza llamó "gilipollas" al concejal de Fiestas.
Pese a la posición que les otorga el primer puesto del pasado concurso, encaran el certamen de su trigésimo aniversario sin presión añadida. Primi reconoce que sería muy bonito repetir el triunfo en un año tan especial como este, aunque rehuye marcar cualquier objetivo. "Por supuesto que es diferente, pero no queremos obsesionarnos. Tenemos la experiencia del 25 aniversario, cuando no ganamos nada. No queremos esa presión sobre el grupo. Nuestro reto es no defraudar, que a la gente le guste y nos identifique", explica el director, quien subraya que los premios "van y vienen". No obstante, la celebración estará presente en algún instante de la actuación.
Pero más allá de lo que se ve en el escenario, quien tiene su hueco de Bambones puede presumir de ser parte de una familia murguera con un árbol genealógico impresionante. Aún hoy, 30 años después de sus inicios, siguen recibiendo cada Carnaval un puñado de Bambas que se hicieron adultos y no quisieron colgar la trompeta, hasta el punto de que ya se cuentan por decenas los componentes que fueron su cantera.
Casi siempre con Primi Rodríguez al frente, por las filas del grupo lagunero han pasado y permanecen algunos de esos murgueros que cualquier aficionado reconoce por la calle. "Mira, es bambón", han dicho muchos al ver pasar rostros tan conocidos como el de su director, Julio Alexis Fernández; o Luis Hormiga, el Suspi, presidente de la Federación y otros tantos... Entre todos ellos sigue presente un murguero incombustible que falleció en 2011. Marcos Cotena era el bambón, querido por todos, se dejaba el alma por su murga y por eso fue el objetivo de la dedicatoria del primer premio de interpretación logrado por la murga el pasado Carnaval. "Con él se fue nuestra seña de identidad. Él era el Bambón, el espíritu de la murga, el que nos animaba a todos cuando las cosas no iban bien y nos felicitaba cuando había que hacerlo", destaca todavía emocionado Primi cuando rememora la figura de una de los murgueros más destacadas que ha pasado por la murga en sus tres décadas de historia.
En determinados círculos murgueros se cuestiona su humildad y se les ha apodado de múltiples maneras. Consecuencia del éxito, que es capaz de convertir a cualquier grupo "en una secta". Pero lo cierto es que como dirían Chinchosos, apéndice de los de El Cardonal, "ellos son felices, son una familia". Prueba de ello son doña Mary y don Pepe, responsables en su día de Bambas y Bambones y que aún siguen en el local de ensayo de la murga. Quizá sean las personas más orgullosas de que aquel proyecto que empezó con la cara de payaso sea ahora la murga que todos quieren oír.
"Treinta años dan para mucho. Mira si hemos pasado por momentos buenos y malos. Son nuestra experiencia, nuestro bagaje. Pero yo no cambiaría nada. Somos felices con lo que somos y lo que hacemos", resume Primi acerca de la trayectoria de la murga más laureada de la última década. Tres décadas más los aguardan.
La Opinión de Tenerife M. Plasencia / A. Lobato

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