La candidata de Willy Jorge recibe asistencia psicológica

Tiene miedo de salir a la calle. Siente que todo el mundo la observa y que la señalan con el dedo. Tampoco duerme y si lo consigue, solo tiene pesadillas. Magnolia Cruz Melo, de 21 años, recibe ayuda psicológica tras lo ocurrido en la Gala de la Reina del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife. Es la candidata de Willy Jorge, el diseñador cuyo traje llevaba los efectos pirotécnicos que provocaron el fuego en la fantasía de la aspirante Saida Prieto, de 25 años, que continúa ingresada en Sevilla en situación grave.
Magnolia no está bien y de momento es incapaz de olvidar lo sucedido. Y aunque sabe que lo que ocurrió fue un accidente y que ella no tiene la culpa de nada, no puede evitar sentirse responsable de lo que está sufriendo Saida. "Ojalá hubiese sido yo la que se quemó. Siento que todo el mundo me mira, que todo el mundo me conoce, que creen que yo soy la culpable. Ya no tengo confianza en mí misma. No puedo leer la prensa ni ver la televisión, me hace mucho daño", declara la joven candidata.
Es el Ayuntamiento de Arona, municipio al que pertenece, el que le está facilitando la asistencia psicológica. Del Consistorio de Santa Cruz no ha recibido ni una sola llamada después de lo que sucedió en la Gala de la Reina. Magnolia no quiere ningún tipo de protagonismo, en esto insiste una y otra vez, porque es consciente de la situación y del sufrimiento de Saida y de su familia. Pero quizás sí echa en falta alguna muestra de apoyo por parte de la organización del espectáculo. A quienes sí quiere agradecer el cariño que le han ofrecido es al resto de candidatas, que la han llamado para saber cómo se encuentra, al diseñador Santi Castro y al suyo propio, Willy Jorge, y a la comparsa Los Cariocas, y por supuesto a su familia y a sus amigos, que no la dejan sola ni un solo segundo.
Entre ellos se encuentra su hermana, Nauzet Cruz Melo, Reina del Carnaval chicharrero en 2008. Magnolia quería seguir sus pasos, por lo menos vivir una "bonita experiencia", pero su sueño se convirtió en "una auténtica pesadilla". "Los sueños de Saida y los míos se rompieron ese día", comenta la joven candidata con la voz entrecortada. Dice que en su casa se han vivido dos Carnavales, "uno para recordar gracias a Nauzet" y "otro para olvidar".
Con respecto a la noche de la Gala, Magnolia Cruz cuenta que no había nadie en el traje cuando se activó el efecto pirotécnico e insiste en que solo se utilizaron fuegos fríos y nada más, aunque en la investigación policial se determine que se emplearon otro tipo de artificios.
Esta joven candidata lamenta que se esté buscando a un culpable de lo sucedido, ya que "todo fue un accidente", y que todos los caminos lleven a su diseñador, Willy Jorge. Para Magnolia, el Organismo Autónomo de Fiestas del Ayuntamiento de la capital "se lavó las manos después de la Gala" porque ella asegura que se sabía perfectamente que el diseñador tenía permiso para utilizar los efectos pirotécnicos en el traje. Magnolia añade que esto no hubiese sucedido si en las bases del concurso estuviese prohibido el uso de estos fuegos o de cualquier otro tipo de efectos.
Y mientras Saida lucha en Sevilla para recuperarse de las graves quemaduras y mientras Magnolia recibe ayuda psicológica para poder superar lo sucedido, en el Ayuntamiento de la capital el alcalde, el nacionalista José Manuel Bermúdez, ha destituido al gerente de Fiestas, Francisco Trujillo, por no haber rechazado la petición de Willy Jorge debido a que se presentó fuera de plazo, y el Juzgado de Instrucción número uno de Santa Cruz de Tenerife continúa con la investigación.
 Eloísa Reverón