El encargado de Fireworks, negocio situado en Llano del Moro (municipio de El Rosario), salió cabizbajo del Juzgado, al que acudió en calidad de testigo por el caso Saida, y se mostró muy esquivo con los medios de comunicación. Aún así, sí dijo que había avisado al diseñador y a la persona a la que este mandó a comprar la pirotecnia de la peligrosidad de lo que se estaba adquiriendo. Asimismo, dejó claro que lo que se vende en su tienda son fuegos fríos, aunque en algunos informes policiales se plantee que se pudo utilizar otro tipo de elemento pirotécnico. Por lo tanto, y según Fireworks, lo que se le vendió a Willy fueron fuegos fríos, cuyo uso estaba permitido en las bases del certamen, y no otra cosa. En concreto, el diseñador compró tres de estos artefactos pirotécnicos, a ocho euros cada uno.
El responsable de este negocio aclaró ante la juez Nuria Navarro que le vendió al diseñador los fuegos fríos después de que este asegurara que tenía el permiso correspondiente del Organismo Autónomo de Fiestas del Ayuntamiento para poder usarlos en la Gala. Y es que, efectivamente, en las bases del certamen, que se han modificado a raíz de la tragedia del pasado 6 de febrero, se permitía el "uso de fuegos artificiales, fuegos fríos o cualquier otro elemento siempre que no se ponga en peligro la seguridad de la candidata y del público, previa comunicación y aprobación del disparo por el Organismo, con una semana de antelación".
El abogado de Saida Prieto, Juan José Rodríguez, contó ayer a la salida del Juzgado que el responsable de Fireworks se "mantuvo firme" en su declaración asegurando que él comunicó, tanto a Willy Jorge como a la persona a la que este mandó a comprar la pirotecnia, que era un "disparate" y una "locura" utilizar "fuegos fríos en interiores y menos en una Gala del Carnaval". "El encargado del negocio ha insistido en que solo se le entregaron los fuegos fríos cuando Willy Jorge aseguró que tenía la autorización de Fiestas del Ayuntamiento, porque efectivamente la tenía, aunque no en papel sino a través de una llamada telefónica de una empleada del Organismo Autónomo. De esta manera, Firework se salva de cualquier responsabilidad", indicó el abogado Saida Prieto.
Por lo tanto, el letrado Juan José Rodríguez sentenció que no se puede hablar de premeditación pero sí de "dolo", porque el diseñador "era consciente de que aquello era fuego y de que era peligroso usarlo en una fantasía del Carnaval". También es cierto, indicó el abogado de la candidata Saida Prieto, que el primer "error" o "disparate" lo cometió el propio Ayuntamiento de la capital, en concreto, el Organismo Autónomo de Fiestas, al modificar las bases de los concursos en 2011 para permitir el uso de fuegos fríos. Y es que hasta los propios hermanos Toste, encargados del control de todos los fuegos que se utilizan en el Carnaval de Santa Cruz, han manifestado en varias ocasiones que el Consistorio nunca debió permitir el uso de pirotecnia durante los desfiles de candidatas.
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