lunes, 10 de febrero de 2014

El jurado desmonta la quiniela


Nadie discute el primer premio de interpretación entregado en la noche del pasado viernes a Pita Pitos. La murga mostró una actuación impecable y así lo reconoció tanto el público como el jurado... pero es en lo único que coinciden. El resto de galardones, tanto en interpretación como en presentación, han sido desde que se entregaran objeto de críticas y quejas por parte de muchos murgueros, aficionados, colaboradores y familias. Cierto es que nunca llueve a gusto de todos y que, al fin y al cabo, todos los pequeños que desfilarán con un cartón en el bombo lo merecen.


Sin embargo, y máxime tras echar un vistazo a las puntuaciones de los jurados, se siguen echando en falta algunos nombres entre los ganadores y son precisamente las murguitas que se quedan a unas pocas décimas de los galardones. Rebeldes, Triqui Traquitos y Bambas constaban en muchas de las quinielas previas a la lectura del fallo.

Mientras Ray Castellano hacía bailar a los jóvenes, el jurado reunido en una sala del Recinto Ferial desgranaba su puntuación. Y no, ninguna de ellas había alcanzado suficientes avales para recibir un premio esa noche y eso a pesar de que todas ellas contaron con al menos una máxima puntuación en todos los apartados a valorar, a saber: vocalización, crítica, humor y voces.

La explicación está por un lado en las propias bases que establecen que tanto la máxima puntuación como la mínima se eliminan, como precisamente en que el resto de jurados no valoraron con el mismo afán de esas murguitas.

Más allá de sumas y restas, sorprendió sobremanera la ausencia de Rebobinados en el podio. Las letras de Carlos Casanova, el montaje de Juan Díaz y, sobre todo las ganas de los chicos se quedaron con la recompensa y el buen sabor de boca del reconocimiento del público. Suficiente para primero disfrutar del resto del Carnaval y segundo para trabajar en la misma línea para las próximas fiestas. El jurado no tuvo la misma opinión de esta murga que fue especialmente castigada en el apartado de calidad de la letra: ni en crítica ni en humor pudieron superar a las premiadas. Lo mismo, aunque con menor diferencia de puntos, ocurrió en voces. Ambas cosas provocaron que Rebobinados acabara sexto.

La nota amarga en el apartado de interpretación llegó de la mano de Chinchositos. La murga dirigida por Berto Marichal superó los 30 minutos establecidos como máximo en las bases del concurso y de hecho, ya con el cronometro a cero, los niños y niñas de esta veterana murga siguieron cantando unos segundos más. De nada sirvieron los avisos desde el público y la afición, que observaban nerviosos la inexorable cuenta atrás del crono y no duraron en gritar el ya tradicional "¡el tiempo!". La murga fue descalificada con el pesar de los miembros del jurado.

No obstante, si algo indica que haya tanta contrariedad con el veredicto, tantas dudas y tantas quejas es que en la cantera sigue habiendo nivel. Cuantas más murgas sean las que se entienda que optan a premio, mejor calidad tendrá el concurso y eso es, grosso modo, lo que ocurrió este año. Al margen de las premiadas y las que ocupa los ocho primeros puestos, son otras muchas a las que hay que valorar determinados aspectos: la vocalización perfecta de Paralepípedos o la simpatía y el buen hacer de las letras de Tiquis Miquis, casi nuevos en el certamen, son solo algunos ejemplos. Lo que sí está más que claro es que todas disfrutaron del escenario... aunque muchas se "olvidaran" las trompetas en el local.

La Opinión de Tenerife

M. Plasencia

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