jueves, 13 de febrero de 2014

Una final murguera sin sorpresas

Hechizadas
Mamelucos, Trapaseros, Bambones, Triquikonas, Zeta Zetas, Triqui Traques, La Traviata y Diablos Locos serán los ocho grupos que mañana lucharán por los premios de interpretación en el Concurso de Murgas tras el fallo del jurado dado a conocer anoche cerca de la 1:30 de la madrugada. Ninguna sorpresa significativa (a expensas de conocer la puntuación de cada una que puede resultar clave para los cartones) después de una cuarta fase que defraudó respecto a la tercera, la más equilibrada de todas las preliminares. Ayer destacó Diablos Locos, y siendo algo exigente, solo su segundo tema. Burlonas no terminó de explotar y el resto se quedó lejos de poder asomar la cabeza entre las ocho mejores.

Los Que Son Son
Como hicieran Ni Muchas Ni Pocas, Los Que Son Son arrancaron con un sentido (y poderoso vocalmente) homenaje a Charlot. Nuevo director (David Pacheco El Dulcerito sustituye a Acaymo Correa que pasa a fila) y nuevo pasacalle, pero mismo sello y misma potencia (muy lucidos los tenores) pese a ser solo 45 componentes.
Con razón vamos así fue un dardo contra la gestión de Paulino Rivero. Denuncian sus mentiras, se preguntan "por qué la riqueza que aquí se genera fuera se va", se quejan de que para el presidente "la televisión es prioritaria y solo sirve para hacerle propaganda", que "el fútbol es de primera necesidad" y que mientras "Canarias a pedazos se cae todo le da igual". Por eso piden que se pueda votar a un canario que "quiera salir de esta miseria" y "luchar por este pueblo", momento en el que sacaron su tradicional corte independentista. Dificultad con las voces al final.
Ya en El cobrador del disfrac ofrecieron un registro que quiso ser humorístico, el de aquel que acepta este trabajo "por necesidad", persiguiendo a todo aquel que tenga una deuda". El desarrollo fue, sin embargo, deficiente porque apenas generaron gracia. Salvaron la interpretación cuando regresaron al terreno crítico, en el que más cómodos están. Ahí realizaron buenos paralelismos con varios disfraces, como el de león para "el valor que le falta a la Agencia Tributaria" para con los ricos, "de buitre para cobrarle a las multinacionales" y finalmente de ciudadanos para salir a la calle para "cobrar la justicia", ya que no arreglarás nada en la vida en tu sillón". Entrada y sobre todo despedida más participativos.

Diablos locos
Los trónicos parecen haberle cogido el mismo gusto a disfraces cuidados como de corte escocés y con falda. Tras emular la figura de Johnnie Walker esta vez van de gaitero. Colorido y elegancia que puede ser sinónimo de premio. Y Diablos es sinónimo también de pasión y de poner patas arriba al recinto, como hicieron ayer desde que arrancaron su pasacalles.
Con Cosas de casa, los de Maxi Carvajal se metieron en esos aspectos cotidianos en una casa. La idea, en manos de Víctor Asensio, prometía, y mucho, pero no terminó de explotar, en parte porque muchos de los golpes ya están manidos. Buen golpe combinando la música con la letra del trenecito que hacen los vecinos, pero todo en medio de una parodia trillada, a destiempo, con chistes que no tenían nada que ver con el tema y con muy pocos figurantes, algo inexplicable con la cantidad de componentes que son. Diablos en su versión más radical. De nuevo buenos golpes con la parodia del baño y el papel higiénico, y cuando el marido llega de marcha. Lástima que su "me estoy levantado a por churros" no es nuevo en las murgas. Batiburrillo para rematar.
Nada que ver este primer tema con La voz murguera, su segunda canción, en la que tomaron como modelo la dinámica del programa televisivo, aunque con cuatro sillones, ocupados en este caso por Pedro Ortega (de Sabor Isleño), Victor Asensio (letrista de la murga), Tito Rosales (director grancanario de Chancletas) y Domi González (exdirector de Trapaseros). Todos se viraron cuando la murga critica la dejadez del gobierno nacional para con Las Chumberas, y cuando reivindican que la sociedad se ha convertido "en rebaño y en robot de las multinacionales". "Curramos para ellos y encima el dinero no se queda aquí; el supermercado por los cojones va a darte un fiado". Tono algo más distendido cuando pidieron un hermanamiento con los canariones (todos los coach agarraron a Tito Rosales para que no se virara), propuesta que derivó en realidad en una exaltación de una sola patrona, la Virgen de Candelaria, y del Teide, Patrimonio de la Humanidad, dando caña también al carnaval canarión y a la UD Las Palmas. Al final del tema fueron componentes de la murga los que se apoderaron de los sillones de los jueces para denunciar que los problemas que las murgas que cantaban hace 20 años siguen igual. Buen final para darle algo de brillo a una fase que fue de poco a más.

Burlonas
Terceras de la noche eran Burlonas, pero las de Adela Peña tuvieron una invitada inesperada, su propia batería. Y es que la percusión, con un volumen muy elevado, se comió la voz de durante bastante tiempo. Por instantes perdieron dicción y en algunos tramos der sus temas la brillantez del grupo quedó minimizada. Tras la descripción para los ciegos de su disfraz, habilitaron sobre el escenario una sala de espera de un centro de salud cualquiera. Excusa perfecta para acordarse de "los pensionistas solo importan cuando hay elecciones" y de la falta de médicos. Al contrario que otras murgas, focalizaron los problemas de la sanidad en asuntos más locales, como la pediatría en La Gomera, la cardiología para los niños, la falta de hospitales en el Norte y en el Sur. Un travesti les sirve para arremeter contra las leyes del PP hacia la homosexualidad. "En su cuerpo manda Mariano Rajoy, viven en manos de un gobierno sin vergüenza". Seguramente lo mejor del tema antes de finalizar pidiendo "una sanidad igual y de calidad para todos". Una vez más Burlonas fue al límite, sin respiro, y además con mucha fuerza.
Se alemanizaron Burlonas en su segunda canción para recrear al emigrante que debe salir en busca "de una oportunidad" y que vuelve para contar cómo lo ha pasado en suelo germano. Buena idea, pero dentro de una estructura que también fue un continuo ida y vuelta. Momentos críticos y también otros con tono humorísticos, como el de las cuatro palabras que necesitan para defenderse en Alemania. Notables paralelismos de las dos tierras entre las salchichas, Merkel (Ani Oramas en Canarias), y la puntualidad, para pagar indemnizaciones. Por momentos el tema perdió coherencia y se convirtió en un revoltillo (escollera de San Andrés, Las Chumberas y las tasas aéreas), mientras añadían imágenes en las pantallas de jóvenes isleños emigrantes. La canción gana mucha fuerza en su epílogo. La totalidad de la murga abandona el micro, hacia el filo del escenario y canta a capella. Burlonas innovaba a la vez que silenciaba a su batería en un final con fuerza en el que pidieron que fueran los políticos los que emigraran. Fuerza y sentimiento, mensaje tapado en parte por el aplauso de la afición pero reforzado con la letra impresionada en las pantallas. La fase Burlonas en 2013 fue más completa.

Hechizadas
Con una cuidada y ambienta entrada por medio de un solista y un grupo de chicas ajenas a la murga entraban en escena las Hechizadas. Como algunas que otros grupos, las de Arabella Matos tuvieron que lidiar con el hándicap de sus componentes, 38, al margen de mostrar durante su actuación ciertos problemas vocales y de inseguridad en sus entradas. Arrancaron con Soy canaria y no lo puedo remediar, donde denuncian cómo "los políticos falsos" matan la identidad de esta tierra, por lo que les piden que se vayan "a la puta calle". Tratan también aspectos como la sanidad (recortes, listas de espera y cardiología pediátrica). Buena comparación entre los 400 euros que recibe una familia en todo un mes con "los mismos que en un solo día un político se puede gastar". Nuevo final en el que invitan a la lucha para que "no muera nuestra dignidad".
Se vistieron de toreras en su segunda canción, temática arriesgada por lo escasa cercanía por estos lares. Hablan de cómo "el PP nos ha corneado" y de "grandes espadas" como "el aforado Zerolo", antes de rendir "homenaje a un torero con clase, Ricardo Melchior" que como bagaje "solo deja deudas y hambre". Parte humorística que pasó sin pena ni gloria antes de agarrarse a la Plaza de Toros rememorando "las mejores galas" que allí se celebraban y criticar también la fiesta de los toros. Lejos de optar a cortar una oreja, el silencio del tendido les puede valer para darse como satisfechas.

Ni Pico Ni Corto
Con David Díaz a la cabeza, Ni Pico fueron los quintos. En su primer tema se convirtieron en los hijos del mormón, de esos que, libro en mano va "de puerta en puerta y te como la oreja". Así, tocan en la casa del abogado Felipe Campos, con el fin de darle "un buen mensaje y deje de joder y poner denuncias". En su "reparto de doctrinas" nombran "las botas de agua de Dulce Xerach" y critican la rapidez con la que dejaron de trabajar los funcionarios cuando hubo alertas por lluvias hace unas semanas. De valorar el sentido de cierta actualidad. Arremeten contra el concejal Ballesteros por "no tener en cuenta lo que piensan los grupos". Buen golpe cuando dicen que "en San Juan de La Rambla veneran a Santa Teresa", pero todo con algunos problemas de voces e incluso algo de calzador en la letra. Al final admiten que el "único líder" al que veneran "es Don Carnal".
En medio de un tono humorístico, prometían los de El Toscal con su radiocasete de los de antes. Nombrar el boli para rebobinar las cintas, la antena y las pilas puso el contexto, pero solo eso. Musicalmente Ni Pico pareció no estar cómodo, y más con continuos cambios al alcance de muy pocos. Perlas sueltas, como cuando nombran a diversos cantantes ("Pepe Benavente va de frente y es buena gente") o cuando se inventan las letras de las canciones ("la barbacoa de Telepizza me da ardor"). Pero no terminó de arrancar por mucho que la escenificación de David Díaz delante de la murga sea impecable y le otorgue un salto de calidad a la interpretación. Insuficiente y más si se le compara con su segundo tema de fase del año pasado. Empataron con su chicharrero de corazón, que lejos de sonar como en otras ocasiones pareció ir lastrado por unas pilas en la reserva.

Rebotados
Desde María Jiménez llegaron con fuerza Rebotados, la única murga mixta del concurso. Potencia, reivindicación y actualidad en su entrada en la que abordaron el "aburrimiento" que padecen los grupos por parte del Ayuntamiento, especialmente las murgas infantiles. Ya en su primera canción convierten Santa Cruz, con notables paralelismos pero un anclaje algo difuso, toda vez que tratan asuntos como el caso Arona, en el que "Reverón es el rey de todo domador", o a Paulino Rivero, "un gran payaso". En medio de un desfile sacan a la "Tavío, niña tonta" y a varios concejales como Fernando Ballesteros, que "hace pasar a los grupos por el aro". Ritmo vivo y buenas voces dentro del "circo del horror" como definieron finalmente a la capital.
La solidaridad marcó el segundo tema, un homenaje a las ONG que son las "realmente solucionan nuestros problemas" y "dan de comer a los necesitados". Fueron saliendo a escena representantes de varias de estas organizaciones en medio de una interpretación que ganó en sentimiento antes de que la murga "se quitara el sombrero por su labor". Final en alto y con el recinto en pie para ovacionar a la murga de Javi Suárez.
La Opinión de Tenerife
Carlos García

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