miércoles, 21 de enero de 2015

20 años de director y guía

Es 1995 y el concurso de murgas de Santa Cruz vive un momento insólito. Uno de los grupos señeros de la fiesta comparece sin ser dirigido. Nadie se pone frente a los Diablos Locos. Delante de los murgueros, una peluca. Era el homenaje sincero y simbólico de los trónicos a Tom Carby, desaparecido solo unos meses antes. Instante imborrable en la historia del certamen, fue también una huella indeleble para cada uno de los diablos.

Llegado este momento, pues, Maxi Carvajal cumple 20 Carnavales con la batuta de la murga. Según cuenta, aquel año no estuvo en el puesto de director pero sí ejerció como tal. Dos décadas más tarde, es indudablemente una de las figuras más reconocibles de la fiesta. Hombre carismático, referente del Carnaval y queridísimo en el grupo de la calle Candelaria, Maxi ha hecho de su estilo una forma de ser. Y a nadie se le esconde que ha sido pieza imprescindible en el crecimiento y transformación de la murga.

"Diablos camina p´alante mirando hacia atrás", dice su despedida. Y no hay mejor manera de definir a estos locos que han hecho de esta frase su lema permanente. No en vano, rara vez faltan en sus letras las referencias a un pasado del que se sienten orgullosos. "Nunca pensé en dirigir a la murga", admite Maxi. Y eso que su padre le había instado a coger los mandos cuando él ya no estuviera. "El primer reto fue conseguir salir en el 95. Empezamos sin que nadie nos montara y surgió la idea de llamar a Víctor Asensio. En principio venía para hacernos las letras, pero tras mucho intentarlo vimos que no había forma de sacar el asunto adelante. Fuimos a buscarle, le pedimos ayuda y en una noche montó un tema él solito. Y hasta hoy. Han pasado 20 años", apunta.



Crecimiento y evolución

Carvajal no disimula que la murga ha crecido en todo este tiempo. Mucho. "Recuerdo el día que tuvimos una reunión con los muchachos y convenimos que, si seguíamos, era para venir a ensayar con cierta regularidad y para, al menos, optar al pase a la final". Hoy por hoy, Diablos es candidata al podio siempre. "El alma de la murga son las ganas y la ilusión, pero además en los últimos años hemos evolucionado mucho musicalmente. Desde 2006 creo que se nota el cambio a mejor", dice el director, feliz.

Maxi no duda cuando se le pregunta cuáles son sus mejores momentos al frente del grupo. "Un año se fue la luz y, aún así, el público siguió aplaudiéndonos. Y si me pides que elija un tema, ahí está la Fasnia que nos marcará para siempre". La humildad caracteriza a este hombre que no presume ni de repertorio ni de fuerza. Más aún le llena mantener vivo el espíritu de Tom Carby. "Es un orgullo que él continúe en la memoria de todos los carnavaleros y que siga vigente el cariño que se le tenía. Si algo me emociona es que la murga siendo una familia, tal y como marcó el camino que inició mi padre".

Su hijo Tomy, preparado para asumir el relevo

La conversación con los Carvajal, padre e hijo, descubre un sinfín de historias desconocidas para muchos aficionados ´trónicos´ y para los murgueros tinerfeños en general. Forman parte de una familia eminentemente carnavalera, de ésas que lleva las fiestas en el ADN. Y para 2019 ya está programado un momento que será especialísimo en la historia de Diablos: el relevo. "Víctor Asensio y yo lo tenemos decidido. En cuatro años lo dejamos. Tendremos 50 y será el momento de dar paso a las nuevas generaciones", revela el director.

El ´decano´ del concurso

Cuando Maxi Carvajal suba al escenario del Recinto Ferial el lunes 25 lo hará para llevar la batuta de su murga por vigésimo carnaval consecutivo, un honor del que no puede presumir ningún otro director en la actualidad. Una longevidad a la que solo se le acerca Primi Rodríguez, que en 1998, por motivos laborales se tomó un año sabático al frente de Bambones, para luego mantener una continuidad que perdura desde 1999. Tras ellos dos, los más veteranos (de manera ininterrumpida) son Josechu Álvarez (Traviata) y Almudena Domínguez (Triquikonas). Clásicos como Toño Ramírez (Mamelucos), Carlos Estévanez (Trabas), Fran Cortés (Zeta Zetas) y Domi González (Trapaseros) han dado un paso al costado o bien han cambiado de aires.

La Opinión de TenerifeManoj Daswani

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