Ese fue el resultado de la celebración de la fiesta de la integración que, organizada para un total de 64 centros de educación y de atención especializada, encontró un espacio que nunca les ha faltado porque sus comunidades educativas, en ningún caso, se han ocultado.
Se produjo una auténtica invasión que colapsó el ritmo de la ciudad ante la atónita mirada de vecinos y visitantes, que sin ninguna dificultad se vieron inmersos en un colofón carnavalero de primer nivel que comenzó en La Concepción y concluyó en El Cristo.
Y ojo, el alcalde José Alberto Díaz baraja hacer una romería de la inclusión paralela a la de San Benito. El éxito estaría garantizado.
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