Con la comparsa Los Cariocas como animadora de la fiesta, previa celebración de la santa misa, la "romería", partió desde las zona alta del pueblo, Las Cuevas, y, tras pasar por otros puntos, finalizó, como no podía ser de otra forma, en su "querida" playa.
"Queremos recordar y homenajear a los hombres y mujeres de la leña y el carbón que en la época difícil de la posguerra cogían leña y limpiaban de rastrojos los montes de Anaga haciendo un esfuerzo realmente duro para alimentar su hogar", destacó uno de los organizadores del acto antes de partir.
Casos como el de Andrés el Moro, Mela Martín o Pino Mederos valen como ejemplos de ese homenaje. El primero, a sus 82 años, relata ahora, con cierta ironía, que las primeras matemáticas que aprendió fueron aquellas que calculaban que "20 reales eran un duro". O sea, cinco pesetas.
Era lo que le pagaban por llevar 20 kilos de leña desde el monte hasta la céntrica calle La Rosa, donde luego se usaba en las cocinas de hierro fundido de la época. Así pasó varios años, hasta que la actividad económica cambió hacia la explotación de los saladeros de pescado. A él también le tocó sacar arena del barranco y de la playa.
Testigos de esa época fueron también Mela Martín y Pino Mederos (de la familia Los Canarios). La primera recuerda ir al monte con su madre siendo niña, una actividad que también se vio obligada a realizar la segunda. Y, aunque duros, son tiempos que aún recuerdan con añoranza y cariño.

Por esto, todos ellos estaban encantados con el homenaje que sus vecinos les brindaron ayer.
"Es nuestro el deber de transmitir sus vivencias, que es nuestra historia. Guardarla y contarla a los que vengan por siempre". Dicho queda.
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