Desde que el pasado sábado se hiciera público el cartel, en medio del programa de actos de Plenilunio, se han sucedido las reacciones de los carnavaleros y de la ciudadanía en general. La mayoría a favor de la particular guardia creada por Melián. El artista tinerfeño, que se mostraba "muy contento" de resultar seleccionado, logró convencer primero al 24% de los tinerfeños que votaron en internet, y luego a los que lo descubrieron el sábado.
"Era el que más me gustaba", afirmó ayer el diseñador Daniel Pagés, quien aludió a cuestiones como "la composición o la combinación de los colores" como elementos destacables del cartel. Lo cierto es que la variedad cromática viene de la mano de las guardianas, sobre un fondo en el que destacan más los tonos de verde.
Con cierto aire de ingenuidad y espontaneidad, la obra de Narene Melián apunta a cierta corriente naif, un tipo de expresión muy intuitiva que también suele caracterizar al Carnaval. "Parece que empiezan a volver los carteles de antes, más tradicionales", valoró por su parte Cecilia Navarro, quien fuera Reina de las fiestas en 2015 en representación de Mc Donalds y la opinión de tenerife.
No obstante, Carnaval es precisamente lo que le falta a La guardia del cetro a juicio del presidente del Aula de Cultura del Carnaval, Pedro Mengibar, quien admite que su opción durante la votación fue otro. "Como obra de arte es una maravilla, estéticamente muy agradable, colorida y elegante", comenta Mengibar quien lamenta que "no transmite absolutamente nada de Carnaval".
Aún así, el que fuera gerente de Fiestas y letrista, entre otras cosas, sí respeta que se trate de una elección popular puesto que recuerda que la votación del cartel por parte de los chicharreros es lo que siempre ha defendido. "El cartel lo debe elegir el pueblo", insistió. Es lo que ha pasado en este caso, si bien es cierto es que tampoco ha sido una votación masiva: la web de Fiestas apenas acumuló 10.452 votos.
De ellos, casi uno de cada cuatro fue a parar a La guardia del cetro, mientras que en segunda posición resultó elegido My Darling un 16,7%. Entre los aspectos que convencen a gran parte de los carnavaleros para decantarse por la obra de Melián se encuentra el homenaje que supone para las reinas de las fiestas, a través de las particulares criaturas que custodian el cetro.
"Es un homenaje que me llegó porque habitualmente en los carteles aparecen otros elementos del Carnaval pero no siempre este", reconoce Daniel Pagés, diseñador de las candidatas de Mc Donalds y la opinión a obtener precisamente ese cetro. En cualquier caso, Pagés admitió también que no suele ser de los más críticos con los distintos carteles que se han sucedido para las carnestolendas: "Le intento sacar algún aspecto positivo a todos. Por ejemplo, de la obra de Pepe Dámaso (el año pasado) entiendo que es tan controvertida como el propio Carnaval", concluyó Pagés.
Precisamente, lo habitual es que tras el anuncio se sucedan las críticas y las quejas aún cuando ha habido otros carteles aplaudidos de forma más o menos generalizada. Así, en medio de las buenas percepciones respecto a la obra de Melián surgen otras voces como las de Mengibar. Javier, uno de los miembros de las adoradas Celias, entiende que es un cartel más: "No está mal, no es horroroso pero tampoco impresiona". A ello se suma un matiz descubierto hábilmente por Ramón Alemán, responsable de Lavadora de Textos que apuntaba a una falta de ortografía: febrero debería ir en minúscula. Quizá sea porque en este caso la fiesta sí que es mayúscula.
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