La asociación de abogados cristianos estudia desde este martes la despedida del reinado del drag Sethlas del carnaval de Las Palmas de Gran Canaria por si fuera constitutivo de un delito de ofensa a los sentimientos religiosos. Todas las opciones judiciales están abiertas.
La puesta en escena de una particular última cena drag, después de salir ataviado como la Virgen, y reclamando respeto a su libertad de expresión está siendo revisada por los letrados, que llevan un año de batalla judicial contra el artista canario por su irrupción en la gala drag de 2017 como Virgen y Cristo Crucificado.
«La actuación de este año no tiene nada que ver con la del año pasado en lo que a ofensa se refiere», explicaron desde la asociación. Aún así, la abogada Polonia Castellanos entiende «su obsesión contra los católicos y la intención de ofender es evidente».
Faltaría por saber si la actuación de la noche del lunes abre un nuevo procedimiento judicial o si se suma al actual. Hay que recordar que el colectivo presentó en enero un recurso de apelación contra el auto de diciembre de 2017 que decretó el archivo de la causa abierta contra Borja Casillas, el drag Sethlas, por la supuesta comisión de un delito contra los sentimientos religiosos.
Uno de los aspectos que hay que dilucidar es si después de la actuación de Sethlas durante la gala drag se puede considerar la reiteración como prueba de su supuesta intención de ofender. Y, por tanto, si se puede tomar en cuenta como válida la declaración de Casillas en la que afirmaba que su intención no era ofender a los cristianos. «La petición de perdón de Borja Casillas es solo una estrategia procesal», aclaró Polonia Castellanos, «lógicamente no es sincera y solo busca escapar de la justicia».
Javier Darriba
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