lunes, 27 de febrero de 2012

Duelo entre el día y la noche de Don Carnal

Las noches del Carnaval avanzaron este año hacia la zona alta del centro de Santa Cruz: desde El Orche, en la calle Robayna y hasta la librería La Isla, pasando por El Platillo Volante, sin desmerecer ambos lados de la calle Méndez Núñez hasta el parque García Sanabria y hacia el otro lado, hasta la parada del tranvía en la plaza de Weyler. Fueron no solo los puntos de encuentro, sino en donde se concentró gran parte de la multitud hasta altas horas de la madrugada. Ya se verá lo que al respecto opinen los vecinos de la zona sobre la nueva moda carnavalera.
Más público
También se dice que la afluencia de público en la escena nocturna fue este año mayor que en ediciones recientes, aunque al caminar, los tropiezos con bolsas llenas de bebida, hielo y refrescos también auguran que a pesar del público, a la hora de hacer caja, los kioscos no experimentaron demasiados cambios en relación a años anteriores.
Los disfraces, en su mayoría se notaron comprados, que no hay lugar en estos tiempos para costureras y pruebas. No obstante, este año como otros, hubo carnavaleros que sorprendieron con la originalidad de sus vestimentas, lo que se hizo también patente en el concurso de disfraces del primer domingo de Carnaval.
El Carnaval de Día volvió a triunfar, esta vez por partida doble: el primer domingo, lleno; y el sábado de Piñata, ídem. La luz, la familia y lo niños se sitúan a la altura de la noche y los grupos de amigos. La Cabalgata fue para los carnavaleros ansiosos y el Coso, como viene a ser tradición, para turistas y familias con niños.
El concurso de Ritmo y Armonía resultó el más lucido y el que refieren la reina y sus damas, así como las comparsas, como lo mejor del Carnaval.
Diario de AvisosInma Martos

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