Esta es otra de las cuestiones de las que el diseñador puede presumir: "es el único que ha presentado disfraces en todas y cada unas de las modalidades de concurso o festival que se incluyen en el programa de las fiestas de Santa Cruz de Tenerife". Así lo recoge el historiador Ramón Guimerá en un libro sobre Dávila y que está a punto de ver la luz.
Tantos han sido las fantasías que ha presentado que no es de extrañar que tenga un palmarés envidiable. En concreto, ha obtenido un total de 117 premios, de los cuales 41 han sido el máximo galardón. Reinas adultas e infantiles y premios de presentación han sido una constante en su trayectoria y reflejo de que el nombre de Luis Dávila está ya más que incluido en la historia del Carnaval.
"Siempre trabajo con ilusión", afirma el diseñador, quien no olvida alguno de sus mejores años. "A veces presentaba cuatro trajes y los cuatro con premios", dice Dávila. Conocedor como pocos de la evolución de las fantasías del Carnaval, asegura que "ahora el trabajo es distinto, se hace todo mucho más a lo grande, especialmente en las candidatas a reina que son espectaculares".
Según el diseñador, "antes las reinas eran mucho más simples" y por eso recomienda que los jóvenes apuesten por empezar por fantasías para las infantiles. "Sería como una escuela para ellos y ya luego dar el salto a las adultas", afirma. Y eso a pesar de que en la actualidad los materiales son más una ventaja que un inconveniente. "Recuerdo haber hecho trajes totalmente cosidos a mano y hasta bordados y eso ahora no se hace", lamenta el artista.
De su trayectoria evita elegir uno o varios de sus fantasías, porque todas y cada una de ellas llevan un pedazo de sí mismo. Lo que sí explica que el reto es "buscar la vistosidad" y hasta adapta las telas y los colores al propio diseño, nunca al revés.
Hasta su forma de trabajar es una muestra clara de que Dávila piensa en purpurina y lentejuela todo el año. "La inspiración está en cualquier sitio y aparece donde menos los esperas", explica el diseñador para añadir que por eso siempre lleva consigo una libreta. "En ella apunto mis primeras ideas y luego hago un diseño a lápiz que luego mejoro con colores", señala.
Para homenajear más de 40 años de trayectoria, además del libro de Ramón Guimerá, se prepara una exposición sobre su historia y que se inaugura mañana en La Laguna.
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