Todos los asistentes, que abarrotaron la zona, pudieron disfrutar de un espectáculo en el que intervinieron brujas que se transformaron en burras para realizar sus maleficios, diablos que acudieron envueltos en fuegos artificiales, San Miguel capitaneando una cohorte de ángeles pacificadores y los tradicionales dominicos del Valle de Güímar, quienes acompañaron al obispo encargado de exorcizar el mal.
Para ello, se recogieron algunas tradiciones relacionadas con la brujería a través del libro titulado Brujería y apariciones: historias de Seña Rosa de la escritora Mónica Díaz Tabares, como la creencia de que las brujas se podían transformar en burras para consegur entrar en las casas de los campesinos y así poder realizar sus hechizos.
Además, este año, con motivo de la celebración del 20 aniversario de Las Burras se ha llevado a cabo una exposición conmemorativa del espectáculo en el que se mostrará la evolución que ha sufrido el atrezo, los decorados y el argumento de la representación.
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