Serpentina de ilusión

Después del trote del Carnaval de Día, muchas familias aprovecharon para seguir disfrutando del último sábado de las fiestas de este año. Los más pequeños inundaron con sus disfraces ambos lados de la calzada de las avenidas Francisco La Roche y Marítima. Sentados en el suelo formaron una serpiente multicolor, como si de la serpentina de la Piñata se tratara y tras ellos unos atentos padres y madres.
El objetivo no era otro que disfrutar del Coso Infantil, acto del Carnaval que prueba que a las carnestolendas chicharreras les queda cuerda para rato y que recorrió la calzada con toda la ilusión de la cantera. El sonido de la batucada de Tropicana Infantil fue lo primero que logró apagar la animada charla y gritos de diversión de los espectadores, que respondieron a la explosión de ritmo como no podía ser de otra manera: con un gran aplauso.
Pero no había tregua para el silencio. El bombo y platillo de las murgas infantiles sucedieron la comparsa de Candelaria. Friki Wiky´s, Draguito, Chinchositos, Melositos,... y así hasta 24 pequeñas formaciones críticas que con mayor o menor entusiasmo, según la edad de sus componentes, derrocharon toda su simpatía. A los más mayorcitos se les notaba que preferían estar en el Carnaval de Día, aunque al menos en el Coso Infantil pueden disfrutar de su murga. Mientras, los más pequeñitos se metían en el corazón del público con solo esbozar una sonrisa, y fueron muchas las que regalaron a lo largo del desfile.
También la danza formó parte del acto de la cantera, de la mano de los grupos coreográficos que acompañados de los ya típicos vehículos con decibelios apropiados volvieron a formar parte del Carnaval que han estado haciendo desde el principio de estas fiestas. Con sabor a despedida, destaca entre ellos el Ballet de Loli Pérez, que como se anunciara en su actuación el pasado lunes, abandonan los carnavales chicharreros.
En medio de tanto grupo, niño, disfraz y alegría no podían faltar la Reina Infantil y su corte de honor. La ganadora del cetro, Aida Quintero fue la primera en aparecer, ante la admiración de aquellos que aún no habían podido verla de cerca y con algún que otro grito de "¡Guapa!". Al final resultó ser un coso tranquilo, protagonizado por la ternura y la ilusión y al que se sumaron algunas mascaritas como Dino, Los Simpson, Bob Esponja,... y un nada simpático espontáneo que vestido completamente de negro y con la cara de blanco se dedicó a asustar a algunos de los niños del público. La única pega para el desfile.

María Plasencia