Así empezaron Agustín Machado; Antonio Méndez; Antonio Rodríguez; Leonardo Ruiz; Julián Escobar; Antonio Trujillo; Manuel Estrada; Santiago Toste; Felipe Hernández; Manuel Hernández; Luis Escobar; Pedro Abelardo Padrón; José María Rodríguez; Francisco Quintero; Santiago García; Víctor García; Melchor Luis; Gregorio Oliva; Jesús Martín; Raimundo Rodríguez y Manuel Martín. Un grupo que con el tiempo se amplió, registró bajas, nuevos componentes, y algunas variaciones importantes, como pasar de murga a fanfarria.
TRANSICIÓN
Fue a finales del carnaval de 1980 cuando empezó a madurar la idea en la Peña de realizar un cambio, porque en los últimos años sus integrantes palpaban “cierta monotonía” en lo que hacían. La decisión, aprobada en una Junta General, fue adoptada tras la visita que le realizó la fanfarria Los Politos de San Sebastián, que amenizaba el carnaval de Puerto de la Cruz, cuando esta ciudad gozaba de un gran boom turístico.
Convertirse en fanfarria supuso dar un giro total en lo que venían haciendo hasta el momento, porque llevaba aparejado hacer música y eso suponía una cierta dificultad. Afortunadamente, contaron de inmediato con la colaboración de José Mesa Cabrera, músico crusantero que había pertenecido a las bandas de músicas de La Cruz Santa y la municipal de La Orotava.
Antes de su debut oficial como fanfarria, el 23 de febrero de 1981, se produjo el recordado golpe de estado del general Antonio Tejero en Madrid. Ese mismo día tenían previsto un ensayo en la sociedad Liceo de Taoro que finalmente realizaron ante el asombro de su junta directiva.
A partir de entonces su actividad se transformó, porque ensayaban dos veces por semana y sus actuaciones no se limitaban a los Carnavales, sino que también intervenían en festivales y en la Cabalgata de Reyes.
La Peña El Casco tiene en su recuerdo sus maravillosas canciones, recordando en especial las denominadas “hojas volantes”, en la que se nombraba la mayoría de las deficiencias que tenía el pueblo orotavense.
Pero por sobre todas las cosas, la entidad ha realizado durante estas cinco décadas un importante trabajo social. Desde 1973 organiza el Homenaje a la Vejez, llevando de excursión a los ancianos del Hospital de la Santísima Trinidad y el Hogar Santa Rita. Para poder sufragar este tipo de actividades, organiza un ventorrillo en los festejos de la exposición de ganado de las fiestas patronales. Su reconocimiento por parte de los villeros es tal que en la Subida al Santo y en la Romería acompañan a los Santos Patrones, San Isidro Labrador y Santa María de la Cabeza. Ayer, la Peña recibió uno más y merecido, la Medalla de Plata del Ayuntamiento por su labor durante estos 50 años.
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