El modisto que en más ocasiones ha vestido a las reinas del Carnaval canario echa la vista al futuro para esbozar una tierra conectada. "Por soñar, me gustaría ver a las Islas mejor comunicadas entre sí, a través de puentes o túneles", imagina Armas. Y con un lazo hacia África y el resto de continentes. "Es una pena que no seamos un punto estratégico en medio del océano, en algún momento alguien se dará cuenta de esta singularidad y la explotará, y entonces nos preguntaremos: ¿por qué no lo hemos hecho antes?", augura el tinerfeño.
Para 2043, Armas también espera que se haya cortado con la especulación y la belleza natural de las Islas esté a salvo del cemento. "En ningún sitio del mundo podemos encontrar lo que tenemos en Canarias, hay que protegerlo y aprovecharlo", afirma el diseñador. Solo dos herramientas: hilo y tijeras para salir adelante. "Si conseguimos estar mejor comunicados, los productos serán más económicos y podremos construir un futuro mejor para nuestros jóvenes", explica el modisto.
Pero vestirse para disfrutar del Carnaval eterno no es cosa de dos días. "Tenemos que empezar ya, respetando nuestros derechos, vigilando a nuestros políticos y mostrando una justicia ejemplar", apuesta Armas. El diseñador habla de que aquellos que han contribuido a la crisis "no salgan airosos" y de crear una comunidad inteligente y formada "que no sea marioneta de nadie".
Según destaca Armas, la suya no es una utopía imposible de alcanzar. "El canario es un pueblo trabajador que siempre ha salido adelante, ahora no va a ser menos", señala el diseñador. Hasta la crisis ha traído cosas buenas. "Tenemos mayor conciencia del ahorro, de la competitividad, o la solidaridad y valoramos más que antes el trabajo y el esfuerzo, por ejemplo", detalla el modisto. Una abrir de ojos que refuerza la seña de identidad del pueblo isleño. "Somos una tierra hospitalaria que ha recibido muchas influencias, somos únicos y lo seguiremos siendo", concluye Armas.
Elena Hernández
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