El diseñador ha tenido una semana muy intensa. Ha pasado del anonimato a que le saluden y feliciten por la calle. Siempre había soñado con presentar una propuesta a este certamen pero "veía muy difícil poder obtener cualquier tipo de reconocimiento porque el nivel es muy alto", asegura. A pesar de ello, no se dejó vencer y explica que durante días movilizó a familiares que viven en Inglaterra y en Australia para que lo votaran cuando quedó entre los cinco finalistas. "Cuando supimos que habían anulado el sistema de votación popular perdimos todas las esperanzas", reconoce. Pero, aún así, el jurado designado por el Organismo Autónomo de Fiestas y Actividades Recreativas de Santa Cruz confió en él y le otorgó el primer puesto.
A pesar de haber tenido una semana de los más ocupada, Hidalgo siempre saca algo de tiempo para volver a la cocina de su casa de La Verdellada y ayudar a su esposa a preparar los mejores platos de la gastronomía canaria, su favorita.
La receta del atún en adobo acompañado de papas arrugadas es una de sus preferidas. En su casa la prepara tanto él como su mujer, aunque el plato con el añadido de almendras es una creación de Amparo, la suegra del diseñador.
Hidalgo aprendió a cocinar cuando se independizó. En ese entonces realizaba algunas recetas que le enseñaba su madre y otras sencillas que iba aprendiendo él mismo gracias a los libros de cocina y, sobre todo, a la necesidad.
El artista gráfico contaba con una serie de recetas que preparaba cuando quería sorprender a sus amigos o familia en alguna comida en común. La comida italiana era, sin lugar a dudas, su receta estrella. "Se trata de platos fáciles y rápidos, que si se preparan bien siempre salen ricos, así que tampoco me arriesgaba mucho", asegura. De este modo, la pasta con salsa carbonara y los huevos rellenos, que realizaba gracias a una receta de su madre, eran los platos que siempre dejaban con un buen sabor de boca a sus amigos cuando acudían a una comida en casa de Juan Pedro Hidalgo.
Pero desde que se casó con Yaiza Afonso reconoce que no pasa tanto tiempo en la cocina como antes. "Ahora hago más de pinche porque realmente la cocina nunca ha sido mi fuerte", explica. Y es que lo que más le gusta de la cocina es, en realidad, disfrutar de una buen plato de comida. "Tengo buen paladar y lo que me gusta es acudir a los restaurantes y dejarme sorprender por nuevos sabores", asegura.
La pasión de Juan Pedro Hidalgo por la buena comida lo ha llevado, además, a ser un apasionado de las gastronomías de otros países. "Me encanta la comida asiática y la libanesa", asegura. Pero a él no le gusta preparar estos platos exóticos: "No me atrevo a experimentar tanto", explica. Al contrario le ocurre a su esposa, que se ha hecho una experta en cocinar algunas de las recetas más famosas de la gastronomía del país del Sol naciente. "Y consigue muy buenos resultados, tanto que muchos amigos se han sorprendido cuando les decimos que no es comida de ningún restaurante, sino 100% casera", explica orgulloso Hidalgo.
Si algo adora Hidalgo de la comida es, sin duda, la repostería. "Soy demasiado goloso, tanto que a veces tengo que ponerme límites", asegura. En su cocina siempre hay galletas de mantequilla que él devora. Y es que Hidalgo asegura que debe evitar las dulcerías en su paseos por las calles tinerfeñas porque siempre acaba comiendo algo cuando pasa frente a un escaparate repleto de repostería.
Sin embargo, hace poco Hidalgo se saltó su norma y disfrutó de un buen trozo de tarta de zanahoria para completar su momento más dulce. Reconoce que cuando lo llamaron desde el Ayuntamiento de Santa Cruz para informarle de que su cartel había ganado el concurso se puso tan contento que fue a celebrarlo, junto con su socio, a una pastelería de la capital chicharrera.
Cocinar este plato tan típico de la gastronomía canaria es muy sencillo. Juan Pedro Hidalgo hace hincapié en la necesidad de utilizar buenos productos para obtener el mejor sabor posible.
Primero es necesario preparar el adobo con hierbas frescas. Para ello hay que poner a hervir pimienta palmera fresca. Una vez cocinado se bate junto con tomillo, comino molido, laurel, sal gorda, ajo, vinagre macho y aceite de oliva virgen.
Una vez preparado, meter la mezcla en una cacerola y dejar macerar durante unas horas.
Meter el atún y el adobo en un caldero, junto con un chorro de vino blanco y poner a hervir junto con un puñado de almendras y una hebras de azafrán. Cocinar a fuego medio durante diez o quince minutos.
Como acompañamiento, Hidalgo recomienda arrugar una papas de origen canario. En este caso él se ha decantado por las papas negras del país.
P. Ginovés
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