Bambones |
Desbocados
Pese a ser solo 40 componentes su pasacalles estuvo cargado de intensidad y fuerza. Prueba de fuego para el colectivo que este año empieza a caminar de la mano de Juani Padilla tras la marcha de Carlos Casanova. Lo sabe o no lo sabe fue su primer tema de concurso, en el que quisieron agarrarse a la mecánica del citado concurso televisivo para plantear cinco preguntas, la mayoría de ellas referidas al Carnaval, aunque el formato queda diluido en buena parte de la resolución de las cuestiones. Arremetieron contra Bárcenas, trataron de sacar una carcajada parodiando el error de los cajeros de La Caixa, mostraron su repulsa sobre Amargo ("a Tenerife no te vuelvas a acercar"), antes de entrar en la parte más emotiva recordando las figuras de Enrique González y Charlot, en un final donde pidieron "homenajes en vida" y en el que el director acabó con bastón y bombín en mano.
Ataviados de chaqueta y corbata, se caracterizaron de Risto Mejode en un tema que fue un totum revolutum, de principio a fin y que nunca pareció coger hilo conductor alguno. Interpretación en la que cargaron principalmente contra los políticos, desde Rajoy, pasando por Soria y llegando a Paulino, "golfos consentidos del sistema protegido". Crítica al paro juvenil y a la incultura de los gobernantes, para abordar luego la sanidad. Advirtieron los Desbocados que "estaban metidos todos en el mismo saco", un saco en el que a ellos les cupo cualquier tema, desde cómo se coarta la libertad de expresión, las mentiras de los programas electorales, las preferentes, o las corrupciones que han salpicado a la Familia Real. En el cajón desastre entró también, la goleada del CD Tenerife a Las Palmas antes de pedir que "esta tierra se liberada de España para ser de verdad las Islas Afortunadas". Desbocados hizo honor a su nombre, disparó para todos lados, pero le faltó criterio, selección temática y un hilo conductor al que se agarrara la letra.
Troyanos
Si la de Desbocados fue una prueba de fuego, no menos lo supuso para Troyanos, en el año de su estreno y con la baja de última hora del que iba a ser su director Juan Ramón Tosco, sustituido por Moisés Reyes. Fueron, tras los Mamelucos, los segundos legionarios romanos del concurso. El primer tema de concurso que guardarán en el recuerdo fue un juego de la verdad y la mentira, donde dos payasos contaban sus versiones (uno desde la vertiente política y el otro desde el prisma del pueblo) de temas como la crisis, la venta de la playa de Las Teresitas y el estado actual de Santa Cruz. Por momentos a la temática le faltó algo de actualidad y en el desarrollo no fueron más allá de la resolución más sencilla antes de una moraleja en la que admiten sentirse "payasos por culpa de estos políticos".
Ya en su segunda canción, Afortunado pueblo canario le preguntaron "a los habitantes de esta tierra" si realmente sienten vivir en un estado del bienestar. Con la música de Willy Fog, argumentan, entre otros aspectos, "lo caro que está el transporte aéreo interinsular", las chabolas del Pancho Camurria, la subida del paro, las alertas por temporal, el estado de las carreteras y el derroche en algunas inversiones culturales. Su broche, el destacar "la unión de un pueblo que nunca falla frente a los políticos", algo que les permitió acabar con fuerza. Cuando musicalmente no se complicaron caminaron con paso firme, sin excesiva brillantez, pero firme; cuando decidieron arriesgar con las melodías encallaron. Su premio era salir y cumplieron con el cometido.
Ni Muchas Ni Pocas
Las de Laura Sierra se presentaron en el recinto con un viaje en globo en medio del arco iris pata darle realce a una fantasía de bastante colorido. Para su primer tema sacaron del baúl de los recuerdos a numerosos personajes de dibujos animados, a los que situaron en la actualidad. Recordaron a Los Diminutos (Bernúdez y Oramas), que Pitufina era en realidad un canarión, que la comisión se había convertido en Fragel Rock y que el gerente de Fiestas era Pocoyo. Para ellas, los diputados eran los tres cerditos, mientras que el zorro y le lobo feroz son empresarios de la construcción, los enanitos de Blancanieves "han hecho ya nueve películas porno" y en San Andrés "vive Nemo y hasta el monstruo del Lago Ness". La idea no parecía mala y su afinación fue más que correcta (mejor que otros años), pero les traicionó una falta de dicción que salpicó todo el tema, que concluyó sin la fuerza necesaria para terminar de enganchar.
Con Las rasta woman de Llano Alegre Ni Muchas formaron, con el sello de Víctor Asensio, una murga llegada desde Jamaica y que lo ven todo desde una óptica de gran felicidad y "con la risa tonta" debido a que se pasan el día fumando canutos. Intentaron mezclar humor con algo de ironía ("Pau Rivero, veo en su cara la felicidad, se nota que en Canarias no falta el empleo y hay una gran sanidad"), pero de nuevo les condenó la escasa inteligibilidad y una musicalidad anclada en la temática de su canción y que por momentos resultó monótona. En el cómputo global han mejorado.
Bambones
Sin tiempo aún para que Ni Muchas hubiera recogido sus bártulos, en el Recinto ya existía un murmullo generalizado. Llegaba Bambones, un antes y un después en la fase. Las gradas y las sillas se tiñeron de verde y entraron en éxtasis cuando los de Primi soltaron los primeros acordes de su pasacalles. Había empezado otro concurso. Para arrancar Hay amores que matan, un tema dedicado íntegramente a la Refinería de Cepsa, pero no al viaje limpio, sino desde un prisma irónico (supuestamente saliendo a su defensa), un camino en el que Bambones se sabe mover a la perfección, pero más farragoso que de costumbre al tratarse de un patrocinador del propio Carnaval.
En cada frase Bambones dejó una perla. Un puyazo que apenas dolía pero que en conjunto acaba desangrando: "En tus tanques yo me perdería", "contigo olvido las colas de la autopista", "con el humo que respiro me ahorro el tabaco", "contigo no hay oscuridad"€ Todo en medio de una fuerza vocal descomunal y una notable selección musical. No abandonaron los de Primi la senda inicial, para criticar los rudimentarios aparatos de medición de la contaminación, antes de parodiar los diferentes que sufre la Refinería durante el año. Casi como una tradición, apareció el puyazo al canarión: "Si has robado tantas cosas quedaría feo no llevarte la Refinería", para que "el aceite que pierdes ya les salga refinado".
Bambones cambió de registro para ponerse serio y soltó lastre para manifestar directamente que Cepsa "ha comprado a Coalición, y a los carnavales". Ahora sus estrofas ya eran puñaladas hasta las entrañas: "En silencio tu veneno nos mató", "no me amenacen con las familias que se van al paor, algo que se hará que no mate y dé más trabajo" y "respiraré si tu antorcha se apagara de una vez". El tema despegó y acabó calando por completo en la grada.
En su segundo los de El Cardonal salieron a manifestarse, pero lejos del formato que exhibió hace un año Marchilongas. Juegan con los personajes que acuden a las manifestaciones y los diferentes tipos de huelgas, hasta el punto de proponer "juntarlas con romerías" o seguir al político que "acaba en El Hotelito". Se pusieron más serios para enumerar los motivos para manifestarse ("colas en el hospital") y "defender tus derechos". Bambones no había entrado en detalle, una profundidad que habitualmente le hace marcar diferencias, pero mantenía una fuerza y un ritmo soberbios. Ya en la recta final, los de Primi dieron una vuelta de tuerca y lanzaron varias estrofas (invitando de nuevo a salir a la calle que llegaron), para llegar a tocar la vena sensible: "No funciona que intenten silenciarme con pelotas de goma, a pelotas nadie me acojona". Bambones, sin ser ni mucho menos la murga demoledora en fase de otras ocasiones, había despegado y con ellos voló todo el recinto.
Triquikonas
Entre las pocas murgas que no resultarían malparadas justo tras Bambones se encuentra Triquikonas. Y las de Almudena Domínguez resolvieron la papeleta con nota cuando rehusaron a su entrada a modo de protesta hacia la comisión por el estricto plan de seguridad que padecen los grupos. "Dejen en paz a los que hacen el Carnaval", leyó su directora con la grada entregada. Después de temas alejados de su particular humor en los que anduvieron con rodeos, ayer Triquikonas fue directa en su tema crítico: España está de moda, una denuncian a "los cabrones a los que los ciudadanos roban" y en la que también recibe la monarquía, el sueldo más bajo de Europa y la educación. Lo mejor de la canción cuando parodiaron la figura de aquel que se queja de estar en paro pero que no renuncia a ningún capricho. Focalizan su final en problemáticas de Canarias, donde "la pobreza triplica a la de toda España". Ganaron en potencia en un final que para muchos es solo el preámbulo de lo que ya saben viene después.
En un patrón muy similar al que recurrieron hace un par de años con su adolescente, Triquikonas tiró de la figura de una especie de princesa, con la que quisieron mostrar "a una mujer de verdad", aquella con una doble cara y que vive de puñaladas. La que agradece el regalo de una amiga y la raja por detrás; la que si va al McDonald en grupo solo come "ensalada y una manzana", pero si va sola se pega "la embostada". Todo en medio de continuos gags y alguna que otra retahíla marca de la casa. Por fin una murga había logrado sacar varias carcajadas seguidas, risas que mantuvieron en su final cuando realizaron de paralelismos entre algunas princesas como Blancanieves y la de Aladino ("deja ya los porros que te tienen trastornada") para finalizar con su sello. Esta vez con la aparición entre medio de la murga de La Negra disfrazada de Fiona. El pretexto perfecto para enlazar con la despedida ante un recinto rendido. Triquikonas sabe lo que debe hacer para ello y lo explota. Con más o menos contenido, pero lo hace. Conecta. Y así lo lleva haciendo durante varios carnavales en un registro al que nadie llega€ o desea llegar. Ante tanto desierto árido de crítica ese maná de humor es sinónimo de final.
Carlos García
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