¿Con qué sensaciones se queda después del concurso?
Estamos muy contentos. Estar entre los dos primeros premios es importante. Pero sobre todo estamos contentos con el papel que hicimos. Fue la actuación soñada. Incluso mejor que en cualquier ensayo porque con el público te vienes arriba. Si sueñas con una actuación perfecta, ésa es la que nos salió en la final.
¿Le da pena no haber conquistado el cuarto de Interpretación consecutivo?
Creo que es algo de lo que hablaba más la gente que nosotros mismos. Era un reto, sí, y en la vida tienes que marcarte retos. Pero pena no, porque si te bajas contento como nos bajamos del escenario pues eres feliz. A lo mejor existe un poco de decepción en el momento de conocer el fallo, pero a los cinco minutos ya estás contento y te quedas con el reconocimiento de la gente. Suena a tópico pero es así.
¿Entienden el revuelo que ha causado el veredicto del jurado?
Se forma revuelo todos los años. El año pasado fue peor por lo que pasó con las dos chicas del jurado. Este año ha habido debate. Siempre es por algo: por el primer premio, por el segundo, por las finalistas. Cada año somos más murgas las que aspiramos a ganar y creo que es eso lo que genera el debate. Para mí, es buena señal que haya polémica. Eso es indicador del nivelazo que hay.
Por lo que dijo en el escenario, donde repitió tres veces que ya se podían morir tranquilos, ¿ha sido de los años que más feliz se ha bajado de una final?
Sí, sí, sin duda. A lo mejor es porque uno se va haciendo más viejo y más sentimental, pero es el pensamiento de toda la murga. El grupo entero se bajó muy satisfecho. Siempre nos comparamos con el año más impactante, de la Escuelita, pero aquella vez fue solo esa canción. Este año la conexión fue desde el pasacalle al final. A cada música que hacíamos, cada canción, cada estrofa, cada frase€ notábamos la química con la grada. Sentíamos que todo iba bien, que estábamos gustando.
De los cuatro temas, ¿con cuál se queda?
Cada uno tiene su estilo pero quizás con dos: el de la evolución murguera y el de la Ley de Dependencia, que era el más difícil de hacer, de cantar y de defender. Creo que lo hicimos muy bien.
Lo que más se destaca de la actuación de Bambones en 2015 fue su capacidad para emocionar. ¿Es lo mejor que se puede decir de una murga?
Tiene usted razón. Mucha gente se ha referido al componente emocional y es algo que nunca había oído decir de una murga. La sensación es genial por haberlo conseguido. De una actuación me puedes decir: nos hiciste enfadar, nos hiciste levantar de la butaca o nos hiciste reír. Pero que digan que hicimos emocionar€ me gusta. Es conseguir algo diferente.
¿También ustedes se emocionaron al cantar al Cotena?
Sí, en cada ensayo. Es que Cotena era y es muy especial para nosotros. Es un fundador, era nuestro estandarte. Y aunque algún año no estuviera siempre lo esperábamos por el local. Era amigo de todos, no era enemigo de nadie. Era muy bambón. El espíritu de la murga.
Y gracias a las letras de los últimos años, hasta quienes no lo conocieron ya saben de la importancia del Cotena para la murga€
Sí, significa mucho para nosotros. Me gusta que haya otras murgas que lo nombren. Entraba a cada salón y era bien recibido. Era muy sincero hablando. A nadie le molestaba que dijera lo que quisiera, que se presentase y opinase: ¡pues esto es un tranque! Nadie se enfadaba con él. Era una gran persona. Siempre va a estar con nosotros.
También en el Qué fue de cantaron al Carnaval, ¿mejor la fiesta de ahora o la de antes?
Los jóvenes dicen que el Carnaval de ahora. Cuando pasen los años dirán que el de antes. Es diferente. Yo me quedo con los de antes, pero ya tengo una edad. Mi hijo dice que le gusta el de ahora. Lo bueno del Carnaval es que tiene sectores y que haya sitio para todos.
¿Y el concurso de murgas? ¿Mejor ahora o antes?
Mejor ahora. Por el número de seguidores, la calidad de las letras. Estos últimos años han sido de un nivelazo increíble. Puedes escuchar a muchísimas murgas y considerarlas ganadoras, hay seis o hasta siete aspirantes a premio€ Y luego por la calle somos grupos seguidísimos, así como por las redes sociales. El boom es impresionante.
¿Hay que cambiar algo del concurso?
Cada uno lo cambiaríamos a nuestra conveniencia. Tiene que ser alguien neutral el que mire eso. Lo de las fases sí hay que modificarlo. No pueden ser tantas murgas en tres fases. Es insufrible acabar a las dos y pico de la mañana. Eso está claro, es evidente. Hay que volver a las cuatro fases.
¿Y hay que variar el sistema de puntuación?
Yo lo simplificaría todo. Yo me pongo en el pellejo del jurado, me dicen q tengo q puntuar voces y no sabría. Que si inteligibilidad, que si calidad€ que si puntos a esto y puntos a lo otro. No sé cómo lo haría. Mejor todo más fácil, de cero a diez. Especificar puntos por apartados lo complica todo. Mejor que no vuelvan loco al jurado.
Cuando usted empezó a dirigir a Los Bambones ni vendían suéteres ni se los rifaban para actuar como pasa ahora, ¿se esperaba que las murgas llegaran a crecer tantísimo?
Somos muy seguidos, sí, por mucha gente y eso es bueno. Eso va generando más murgas, más cantera. Si la gente nos oye y gustamos, si la gente encima quiere un suéter y eso te ayuda a pagar el disfraz, pues fenomenal. La afición se sabe las canciones, nos escuchan en los coches, opinan, participan. Le han dado un boom espectacular a las murgas. Eso, hay que cuidarlo. Debemos preocuparnos de la gente y seguir trabajando para mejorar.
¿Las murgas de Tenerife y Las Palmas están cada año más lejos o más cerca?
Más lejos. Te lo digo después de ver las fases de Las Palmas hasta que el sueño me lo permitió. Las de Tenerife hemos progresado muchísimo. Así lo demuestran las dos últimas finales, que han sido excelentes. Las Palmas es otra cosa. No podemos comparar. El otro día le comentaba a Manolo Peña que Los Nietos de Sarymanchez son lo más parecido a una murga de aquí pero están en el lugar equivocado. Porque allí no se valora lo mismo que aquí. En Tenerife hay más calidad.
¿Se ha acostumbrado ya a que cualquier declaración que haga pueda ser susceptible de generar una polémica o abrir un debate?
Sigo sin entenderlo. Porque al final falta sentido del humor, en todos lados. A mí también. Usas la ironía, haces una gracia€ y ya te lo piensas muchísimo antes de hablar. Sí, porque hay gente que se lo toma a mal. A lo mejor todos los directores y representantes de las murgas deberíamos dar ejemplo y fomentar que el debate sea desde la tolerancia. La competencia debe ser sana, no a vida o muerte. Oye, si no te gusta que ganara Diablos este año o Bambones el año pasado y no estás de acuerdo, pues enfádate con el jurado. Pero no con Diablos o con Bambones.
¿No se creen las murgas el centro del universo?
No, qué va. Somos muy normales. Llegamos a un escenario, cantamos y nos bajamos.
Entonces, ¿por qué hay algunas que se permiten la licencia de cantarse a sí mismas?
No sé a quién te refieres. Un par de ellas lo hicieron este año pero cada vez es algo que se usa y se estila menos. Antes era más frecuente. Nosotros también lo hicimos alguna vez y ya lo hemos aparcado. Lo que sí hicimos este año fue un homenaje a la evolución murguera y si volviésemos a escribirla nos faltaría incluir lo último de lo último: la utilización de la pantalla, el espectáculo visual de Zeta Zetas, la capacidad de crear ambiente a través del decorado€ Las murgas siguen evolucionando.
Hábleme de usted, ¿qué le sigue empujando año tras año a volver a asumir la responsabilidad de la dirección?
La ilusión y sobre todo que los componentes aceptan que esté delante. Yo lo agradezco. Cada año queda menos para el final. Yo vivo como Simeone, partido a partido. En mi caso, Carnaval a Carnaval. Cuando acabe éste, ya pensaremos en el siguiente. Fíjate en que viene gente fuerte detrás y uno va cumpliendo años. Miro a otras murgas y veo a Javi Lemus, a Josechu€ Gente joven que viene pisando fuerte.
¿Ha puesto fecha a su retirada?
No, a lo mejor es en 2015.
¿Qué ha supuesto la murga para Primi?
Imagínate. Estoy en la murga desde los 18 y ya tengo 49. Llevo más de la mitad de mi vida ahí. Con amigos, con la gente de mi barrio€ seguimos juntos. En Bambones me he hecho hombre, persona y la murga me ha enseñado muchas cosas. Es donde más he aprendido de la vida. Me emociona ver gente que no había nacido cuando yo empecé, y que ahora está en la fila. La murga no es que sea mi vida, pero es parte fundamental de mi vida.
¿Cuál es la gran diferencia entre esta murga y la que dirigió por primera vez?
La evolución propia de la vida. Antes la vida giraba alrededor de la murga, ahora somos más de fichar. La gente viene a las nueve y media, y se va a las doce. Lo digo por la juventud más que nada. Pero hay más diferencias. Ahora hay una exigencia mayor, tienes responsabilidad, tienes presión€ Y eso me gusta.
¿Qué tema de otra murga le habría gustado cantar?
De los Singuangos muchas, pero muchas canciones. Del 85 una sobre la educación. Esa me marcó. También Mamelucos en sus inicios. Y hay trozos de canciones que me han impactado. Me habría gustado hacer humor como Triquis con la Posesa. Enganchar así en una canción. No es nuestro estilo pero lo digo por haber probado todos los palos.
¿De qué se siente más orgulloso?
De la gente que tengo. De la educación que tienen, de ir a los sitios y que se nos abra la puerta, que seamos respetados, una murga querida a nivel humano, que nadie tenga queja de nuestro comportamiento. Estoy orgulloso de ser un grupo de compañeros, de ser una murga que es una piña.
¿Qué le ha dado y que le ha quitado Bambones?
Me ha dado mucho y no me ha quitado nada. Cuando le digo a la familia: ¿Lo dejo? Me dicen: no, no, sigue Me entienden, me respetan y me animan. Es fabuloso.
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