lunes, 12 de septiembre de 2016

Vacaciones escalofriantes en lienzos de piel

Concurso internacional de bodypainting¿Cuáles serían las vacaciones más escalofriantes que alguien pudiera vivir? Esa fue la pregunta que 13 artistas internacionales tuvieron que responder ayer usando como lienzo la propia piel. Se trataba del primer concurso de bodypaint celebrado en Tenerife y la zona de Playa Jardín, en Puerto de la Cruz, sirvió de escenario. Por él pasearon auténticas obras que mostraban imágenes terroríficas. Alien y un Santa Claus infernal procedentes de Las Palmas y Austria eran algunos de los protagonistas, pero para uno de los participantes, si hay algo que le daría miedo de verdad, sería que la suegra se colara en su la luna de miel.

Carol Karoline se estrujó la cabeza para buscar una idea que plasmase la temática del certamen y, después de pensar en un principio en la tragedia que viven los refugiados de Siria, fue su asistenta, Carmen Costa, la que le dijo: "¿Qué cosa peor que tu suegra"?. Sonia García, de 36 años, era la que mostraba esa imagen aterradora. Parecía haber salido de una de viñeta de cómic. En su cuerpo, totalmente pintado, tenía plasmada la cara de una mujer gritando al ver que la madre de su reciente marido había aparecido en las vacaciones, mientras que su cara era un reflejo de esa suegra, con ojos ensangrentados y rulos de papel higiénico en la cabeza.



Para Carol Karoline, este tipo de concursos hacen que la gente se vaya "educando" en este mundo. "Es arte en el cuerpo vivo", pero "hay quienes que aún ven a las modelos y dicen: '¡mira, van desnudas!", lamentó ella, quien no obstante asegura que al menos "Tenerife está arrancando ahora" con la pintura corporal. Eso sí, aunque ahora está "intentando vivir" de esto, ve "difícil" poder hacerlo. Un universo todavía desconocido para muchos pero que, una vez entras en él, te quedas en él.

Eso fue lo que le pasó a Sonia, su modelo. Es de Cantabria pero vive en la Isla desde hace 13 años. Ya estaba en este mundo como estilista, pero un día decidió verlo desde el otro lado y se "enganchó". "Es duro, porque son muchas horas de maquillaje, pero también es satisfactorio", agregó con satisfacción esa terrorífica suegra.

Y la realidad es que fue intenso. En total, siete horas se pasaron de pie para que cada uno de los artistas usaran su piel como lienzo. Desde las 10:00 horas, que comenzó el concurso, hasta las cinco de la tarde, cuando la organización les obligó a guardar sus pinceles, brochas y aerógrafos. Cuando uno de los miembros del concurso gritó: "¡Stop, paren!". Algunos de ellos se apresuraron para intentar dar los últimos retoques. Ana Cristina Hernández apretaba bien los billetes de 200 y 500 euros que Gabriela Terán llevaba pegados en sus piernas para posteriormente darle un montón de ellos en la mano. "Si lo sé, vengo como tu modelo", le dijo una de las organizadoras a la participante entre risas.

Ana Cristina y Gabriela llevan poco tiempo en este mundo del bodypaint. La primera de ellas utiliza la piel como lienzo desde hace poco más de un año. Mientras ojeaba su obra para estar segura de que no faltaba nada, comentó que todo comenzó cuando le ofrecieron entrar en el grupo Body Art Session. Por esa época, esta lagunera solo pintaba caras en establecimientos hoteleros, pero fue al entrar en este colectivo cuando se lanzó a usar sus colores en todo el cuerpo. Para ese primer certamen, eligió colores como el azul, el negro, el naranja y el rojo para representar la "tristeza y penuria que pasa la gente en Canarias; lo triste que es que las familias no tengan para comer y que se hipotequen solo para parecer", explicó.

Después de pasar siete horas de pie para que su amiga hiciese ese auténtico cuadro, Gabriela lo tiene claro: "Lo que importa es el trabajo final". "La obra es muy original y realmente representa a unas creepy holidays [vacaciones escalofriantes], valoró ella. ¿Y cómo entró ella en este mundo, pero en el lado de las modelos? "Pues me llevaron de ayudante a un concurso y me vieron allí y me invitaron al grupo". "Es algo diferente y una experiencia muy bonita con un resultado final increíble", agregó esta veinteañera también de La Laguna.

Si a ellas les dio bien el tiempo para terminar, a Salem Maayta le faltó. "Quería hacer más detalles y más cosas, pero me he quedado corto", lamentó el artista de Alicante junto a su hermana Salma, que le sirvió de asistente para pintar por primera vez un cuerpo. Y qué mejor lienzo que su propio hermano, que también se estrenaba como modelo en este mundo. "Es muy difícil, esto debería ser un oficio. Te duele la espalda de estar un montón de horas de pie", dijo entre bromas a la vez que se alejaba para ser fotografiado.

En su caso, fue uno de los pocos participantes del certamen que usaron aerógrafos. De hecho, este treintañero lo usa normalmente para su trabajo. Hace "camisetas, murales, cascos..." y, en esta ocasión, decidió lanzarse y experimentar con el bodypaint. Pese a los contratiempos, se quedó con un buen sabor de boca. "Si nos llaman, volveremos", afirmó.

Mientras cada uno de los participantes se presentaban ante el jurado para presentar sus obras, un grupo de zoombies recorrían el lugar promocionando el Apocalipsis Fest, que tendrá lugar en Santa Cruz entre el 28 y el 30 de octubre. Con su boca ensangrentada y sus ojos sin vida, Juan Andrés García, de 36 años, mencionó que no es la primera vez que se maquilla hasta rozar la realidad, mientras que para Eder Xavier M., de 25, era la primera vez. "Es un hobby, hay gente que lo considera un estilo de vida y nosotros servimos de modelo para que ellos puedan expresar su arte", dijo este último muerto viviente.

La idea es recorrer con esas pintas otros puntos de la Isla para dar a conocer el evento. "Luego los metemos en el congelador para que nos dure y estar el sábado en El Toscal", indicó el promotor de la fiesta, Eduardo Yunta, entre bromas.

Rocío Cabrera y Josué García también se acercaron a este concurso de bodypaint, pero en su caso por curiosidad, como decenas de asistentes. Nunca antes habían acudido a un certamen de este tipo y, como tenían la oportunidad de verlo en Puerto de la Cruz, pues decidieron salir de su casa en La Laguna "exclusivamente" para eso. Ambos estaban fascinados. "Está guapísimo, impresionante. Es la primera vez que venimos, y volveremos, porque hay muy buen trabajo y nivel", destacó Rocío sin apartar la mirada. Si bien a esa hora, sobre las seis de la tarde, el jurado aún no había desvelado quién era el ganador, ellos ya tenían el suyo: "La del búho", dijo ella sin dudarlo.

La verdad es que impactaba. Su cara parecía realmente ese animal, mientras que en su cuerpo mostraba unas vacaciones terroríficas, con lobo incluido. Pero es que eso era extrapolable a todos, pues todos parecían auténticos personajes de cuentos de terror que habían cobrado vida.

Un primer certamen con un gran nivel y con todos los ingredientes necesarios para convertirse en una cita ineludible en la que disfrutar de esos lienzos de piel.

La Opinión de TenerifeYlenia Lorenzo

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