jueves, 2 de marzo de 2017

El Equipo de Loli Pérez excluido del Carnaval

Resultado de imagen de grupo coreográfico loli pérezEl titular de mi columna no versa sobre el Carnaval de Santa Cruz. Si esto fuera sobre el carnaval de la capital de Canarias, el escándalo sería máximo, saldría en todos los periódicos, entrevistarían a Loli Pérez en las radios y la autonómica haría un reportaje.

Si el titular hablara del grupo de carnaval que hizo historia, marcando un punto de inflexión en el Festival Coreográfico, trayendo una nueva época de florecimiento y avance en este tipo de grupos, allá por el año 2004, estaríamos hablando de otra cosa y por otros medios.

Si el titular hablara del grupo que trajo un estilo diferente a las academias de baile de Tenerife, propio y diferenciado, muy imitado después. Admirado cada año en el Blume de Las Palmas de Gran Canaria. Un estilo de trabajo y de coreografiado que incluye a todas, cada una con sus capacidades; llevando la integración a la enseñanza del baile, la integración a los escenarios y el protagonismo de todas y cada una de sus alumnas a todas y cada una de sus intervenciones. ¿a que parece difícil? Pues Loli lo consigue y lo hace tan bien que parece hasta fácil.



Pero, queridos conciudadanos, estamos hablando de mezquindad, de políticos caprichosos y déspotas y de irracionalidad carente de todo propósito de enmienda. El único grupo de Güímar que participa en el mejor carnaval del mundo no aparece en la programación del Carnaval de Güímar. Ustedes, legítimamente, pensarán que esto no tiene mayor trascendencia, ya que participar en el mejor carnaval del mundo es mucho más importante, más trascendente, más revelador de la calidad que tiene el Equipo de Loli Pérez, que participar en un carnaval de pueblo.

Pero no es un carnaval de pueblo cualquiera, es el carnaval del pueblo donde han nacido la mayoría de estas niñas (hay también niños por supuesto, pero prefiero utilizar el genérico femenino, con la legitimidad que me garantiza la RAE, aunque nuestros políticos aculturetas no entiendan de qué estoy hablando).

No es un carnaval cualquiera, es aquel en el que sus familiares esperan verlas, aquel en el que sus compañeras de clase las han visto todos estos años, aquel en que más orgullosas se sienten de participar. Aquel en el que, una vez más, se les pone la piel de gallina dando lo mejor de sí, de meses de ensayos carnavaleros, de madrugones de sábado, de agujetas de lunes, de airones cuando salen de ensayar del gimnasio Club Karate Güímar por las noches.

A estas niñas, que han elaborado coreografías para Jaime Azpilicueta,  Sergio García,  Juan Carlos Armas  o para Enrique Camacho, les está vetado bailar para sus paisanos. Todos esos grandes directores las apreciaron, animaron y felicitaron, la alcaldesa de mi pueblo no.

No sé si me explico con claridad pero lo que les estoy diciendo es que la alcaldesa de Güímar, Carmen Luisa Castro Dorta, está tan por encima del bien y del mal, sabe tanto de fiesta, de carnaval, de arte y de baile que las excluye sin más del carnaval de mi pueblo y no le tiembla ni la voz ni el discurso aprendido en largos cursos de dialéctica del PP. No rectifica, no pide perdón, no cree que haya hecho nada mal porque es la líder suprema de los güimareros, que sabe cosas que nadie más sabe y no nos puede revelar porque esa es la esencia del endiosamiento político

Goymad.com

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