
Trapaseros vive estos días una sensación agridulce. Tercer premio en el concurso de Santa Cruz, los realejeros vieron como las mismas armas solo le sirvieron para ocupar idéntica posición en el certamen de su comarca. Un bronce que, sin embargo, y bases en la mano, les impide paradójicamente regresar a competir en la capital dentro de 12 meses pese a que esas mismas bases situarían a los de Juanka López (Los Realejos, 1981) como cabezas de serie de una de las eliminatorias. A la espera de que se pudiera abrir la mano con ellos, la propia murga se lo toma con resignación. "Es la decisión de unas personas y hay que acatarlo", señala su máximo responsable, que por ahora prefiere "disfrutar del Carnaval".
¿Cómo les deja el cuerpo el tercer premio del sábado?
Bueno un poco raro, sobre todo al ver cómo respondió el público a nuestra actuación. Está claro que Trapaseros quería darlo todo en la final para lograr ese quinto primero consecutivo, pero no pudo ser. El jurado dictó sentencia y al final fuimos terceros. No he visto todo el concurso, pero sí sé que muchos, más o menos imparciales, nos veían ganadores. Pero independientemente de todo eso, me quedo con la satisfacción de que tanto en la fase como en la final hicimos dos pedazos de actuaciones.
¿Y su reacción tras conocer las puntuaciones?
Bueno... Hay cosas ahí de las que prefiero no opinar porque puedo perjudicar a la murga. Que lo haga la gente. Conviene respirar y esperar porque ahora se me pasan mil cosas por la cabeza. Solo digo que las puntuaciones sorprenden y hablan por sí solas. No quiero desprestigiar ni menospreciar a nadie, pero uno de los jurados, por ejemplo, nos dio como la peor murga de las tres fases. Pero es lo que toca.