
Las rondallas del Carnaval chicharrero recuperaron en esta edición, tras 40 años, el paseo por las calles de la ciudad. Esta tradición, que se perdió a mediados de los años 70, consistía en que las agrupaciones iban desfilando por el centro de la ciudad, entonando sus pasacalles y otros temas del repertorio más popular.
Las nueve agrupaciones comenzaron su camino, puntuales, a las 17.00 horas, en la plaza Weyler, para culminar, 30 minutos más tarde en la plaza del Príncipe. Las Valkirias fueron las primeras en romper el hielo y en afinar sus instrumentos para entonar sus voces por la calle del Castillo, bajo la mirada de los compradores y paseantes, que aplaudían y animaban a los grupos. Continuaron el paseo las rondallas Los Aceviños, Unión Artística El Cabo, Orfeón La Paz, Sociedad Mamel’s, Gran Tinerfe, Troveros de Nivaria y Peña del Lunes.
En las puertas de los comercios se pudieron ver a los curiosos que dejaron, por un momento, su puesto de trabajo para escuchar la música. Los grupos también hicieron bailar a un grupo de Hare Krishna.
Cuando faltaban aproximadamente 15 minutos para las 18.00 horas, se subieron al templete del Príncipe los componentes de la primera de las agrupaciones, Las Valkirias, a las que le siguieron los grupos restantes para deleitar al numeroso público allí congregado. Las rondallas tienen así su propio paseo, en el que no solo pueden lucir sus diseños, sino también sus voces, ya que en otros desfiles, como es la Cabalgata, el ruido no permite apreciar con claridad su repertorio.