domingo, 6 de mayo de 2018

Los carnavaleros defienden su cetro

¿Es la elección de la Reina del Carnaval un acto sexista? ¿Se le puede considerar un certamen de belleza? ¿Es un tradición cultural intocable?

El debate se ha abierto en las calles chicharreras y en las redes sociales desde que la concejal de Sí Se Puede, Asun Frías, anunciara que preguntaría por este asunto a la edil de Fiestas, Gladys de León, el próximo jueves. Para la formación de Frías no hay duda de que se trata de una actividad que "va en detrimento de la consecución de los objetivos de igualdad de género deseables y previstos en las leyes".

Su palabras se han encontrado con el rechazo de buena parte de la ciudadanía, especialmente de los carnavaleros, que a falta de respuesta por parte del Ayuntamiento de Santa Cruz, han salido a defender a una de sus fiestas por excelencia. Lejos quedan la elección de Onagra Lorenzo como primera Miss del Carnaval en 1935 en el Círculo de Amistad e incluso cuando a finales de los 80 Mónica Raquel Estévez se coronara Reina en la Plaza de Toros tras enamorar con su Tajaraste. Desde entonces las fantasías han evolucionado, en tamaño y en diseño, pero a la formación ecosocialista sigue sin gustarle el formato.



Según el propio partido puntualizó en su perfil de Twitter tras la polémica, "en ningún momento estamos hablando de acabar con la Gala del Carnaval" sino que aseguran que su intención es realizar galas donde los roles que ocupan hombres y mujeres sean igualitarios". Quizá haya que espera al jueves en la Comisión de Control del Consistorio capitalino para que Asun Frías concrete más su perspectiva pero mientras ya se habrá dado cuenta de su planteamiento no cuenta con demasiados apoyos. Entre los primeros en defender el acto central del programa carnavalero se encuentra el director artístico de la Gala, Enrique Camacho, que utilizó su perfil de Facebook para responder a Sí Se Puede con cierta elegancia, unas cuantas preguntas y una invitación a participar en el acto. "¿Me puede explicar dónde ve usted el sexismo en un concurso donde se premia el diseño de un traje? ¿Sabe usted que esos trajes no solo no son sexistas sino que son obras de artesanía?", le inquiere Camacho a Frías antes de añadir que "alguien que no es capaz de ver la importancia de esta fiesta para esta ciudad y para su gente ni si quiera merece una explicación más en profundidad". "Le invito a que venga un día a los ensayos de la Gala para que vea lo que es un pueblo unido dándolo todo para seguir haciendo brillar esta fiesta en el mundo entero. Eso no se puede explicar, tiene que vivirlo", concluye.

El trabajo que hay detrás de este tipo de actos y especialmente de cada una de las imponentes fantasías es un argumento recurrente de quienes critican el planteamiento de Sí Se Puede. Entre ellos, el diseñador de trajes Daniel Pagés se muestra convencido de que la pregunta de Asun Frías obvia que "un número importante de familias viven del Carnaval" y lamenta que "no se tiene en cuenta todo el trabajo que hay detrás, no solo de diseñadores sino del resto de actos".

Pero, además, Pagés defiende que "no se trata de sexismo" y argumenta que "como diseñador busco enaltecer la belleza de cualquier tipo y en este caso se trabaja por las chicas, para que ellas sean las protagonistas". Precisamente, la voluntariedad de las propias chicas es otros de los argumentos esgrimidos para rechazar la tesis de "sexismo" propuesta por Frías.

Otro diseñador, además histórico como Juan Carlos Armas, aseguró en su perfil de Twitter sobre la polémica: "Cuando se quitan las libertades se convierte en dictadura".

"¿Qué niña canaria no ha soñado con ser reina del Carnaval de su tierra? Nuestro carnaval forma parte de nuestro patrimonio y nuestra cultura. Hay que defenderlo y protegerlo, no ponerle cortapisas", sentenciaba en su perfil de Twitter la diputada de Podemos Noemí Santana. Si bien puede ser discutible que todas las jóvenes de las Islas hayan deseado desfilar con uno de esos trajes imponentes, no lo es menos que cada año son más las que intentan convertirse en candidata para al menos optar al cetro, tal y como atestiguan el éxito de los cásting que realizan muchos de los diseñadores.

Tradición

Pero si hay un motivo por el que muchos carnavaleros se han postulado en contra de eliminar la Gala ese es la tradición. No es de extrañar si se tiene en cuenta que a cada intento de tocar la fiesta por excelencia de la capital tinerfeña acaba con un no rotundo por parte de los que, dicen, hacen del Carnaval chicharrero uno de los más importantes del mundo. Ya le ocurrió a José Carlos Acha cuando durante su mandato cambió la fecha del Entierro de la Sardina y lo trasladó al Viernes de Piñata y lo comprobó el abogado Felipe Campos cuando defendió en los tribunales la supresión de la fiesta en la calle por sus perjuicios para los vecinos.

La Gala no iba a ser menos y los carnavaleros se han apresurado a sacar las uñas. "Orgullo de carnavaleros y carnavaleras. Arte, diseño, trabajo, creatividad, ilusión, magia, belleza, color, armonía, estilo. En definitiva.... algo muy nuestro", resumía en sus redes el consejero del Cabildo de Tenerife, Efraín Medina. Y es que, a pesar de que el planteamiento de Frías incluye otros actos como la Fiesta de Mayo, todo parece que los chicharreros no están por la labor de aceptar que Carmen Laura Lourido sea la última Reina del Carnaval.

La Opinión de TenerifeM. P. 

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