Toni Cañadas es uno de los clásicos de la gala del Carnaval de la reina de Santa Cruz de Tenerife. Si María Isabel Coello, Luis Dávila, Justo Gutiérrez o Leo Martínez, entre otros muchos, han contribuido a engrandecer el diseño y sorprender con la más difícil de las fantasías, Toni ha tenido la responsabilidad de "esculpir" el arte en la cara de decenas de "niñas" que desde la década de los años ochenta han desfilado en galas como las de anoche. Cañadas ha alternado unos años en su salón, maquillando; otros, como miembro del jurado, y este año volvió a trabajar con Willy Jorge para la fantasía que presentó anoche con el patrocinio de Radio Club.

En una entrevista con EL DÍA, Toni Cañadas, licenciado en Bellas Artes, no oculta su satisfacción por haber participado en el concurso del cartel anunciador que se convocó en el año 2008, a pesar de que un Frankestein disfrazado de bailarina fue la obra elegida. Antes, en 2004, Toni Cañadas trabajó con el maestro Poldo Cebrián, como lo llama él, para maquillar a la modelo Natalia Castilla, que fue la "sangre de volcán" del cartel de aquel año. "Aquel cartel no tiene nada que ver con el de este año; me gusta como fotografía, pero no le veo ninguna alegoría de Carnaval, puede ser una imagen de cualquier marca de cosmética".
Toni Cañadas recuerda con cariño su colaboración con José Julio Rodríguez y Juan Fajardo, cuando presentaron reina para el Centro Comercial Maya, o con Leo Martín y Justo Gutiérrez. Prueba del frenesí que se vive entre bastidores horas antes de comenzar el desfile, Toni Cañadas desvela una anécdota de infarto que vivió a penas dos horas antes de que Carmen Gloria Trujillo García desfilara en 1990, cuando Justo Gutiérrez la presentó con la fantasía "La Fenicce", en representación de Almacenes El Kilo. Recuerda Cañadas que ese año Justo Gutiérrez se presentaba con tres trabajos (reinas), y el tercero no se lo encargó a él porque tenía un compromiso. "El compromiso fue que la gala estaba ya empezada y la niña (Carmen Gloria) tenía toda la cara mal maquillada y me la dejó en el salón. Yo estaba en el salón, y también Poldo Cebrián. La gala estaba empezada porque la estaba viendo por la tele. Cuando empecé a maquillar a Carmen Gloria ya estaba desfilando la aspirante número 3, creo. Estábamos al borde del precipicio, y yo estaba maquillando a quien fue la reina del Carnaval. Al final, salió en un taxi a la gala, yo pensé que no había llegado cuando la vi aparecer por la tele. Recuerdo que tenía una máscara llena de pedrería que luego se descubrió y aparecía un rostro propio de una muñeca de porcelana". "Cuando la reina, sea la que sea, es proclamada, el traje pasa a un segundo término y la prensa se le echa a la cara. Y eso fue lo que pasó".
Toni Cañadas recuerda que también estuvo unos años más retirado del Carnaval, el espacio de tiempo comprendido entre su colaboración con Justo Gutiérrez, José Julio Gutiérrez y Leo Martínez hasta ahora, que lo rescató Willy Jorge. "Antes había más camaradería entre los diseñadores; antes cogía los trabajos de tres y cuatro creadores diferentes. Ahora, o te casas con uno, o no maquillas a nadie. Es absurdo. Se llevan todos a la greña", dice Cañadas.
Este estilista, capaz tanto de maquillar como peinar, recuerda que antes, cada diseñador llegaba al sitio donde se celebraba la gala, y antes de comenzar, era muy gracioso. "Cada uno gritaba: ¡Paso a la reina! Era simpatiquísimo. Algo cómico; había una gran camaradería". "Ahora hay hasta una competitividad desleal, no existe el espíritu amistoso; los diseñadores ni se saludan detrás".
Uno de los "nuevos" creadores que ha impresionado en los últimos años a Toni Cañadas es Juan Carlos Armas, a quien dice conocer de toda la vida porque proceden del mismo barrio chicharro, García Escámez. "Cada año ha ido a más y me ha sorprendido, y mira hasta dónde ha llegado; creo que es uno de los pocos que se libra del mal rollo que hay ahora". "Le tengo admiración por su grandioso trabajo y por su humildad personal".
"Ahora trabajo con Willy Jorge, que es el tercer año que presentó, tiene un trabajo muy bonito". "Antes de realizar un trabajo me instruyo, porque sé que no sé nada. De verdad. Cada día aprendo. El maquillaje es cultura y te tienes que remontar a la época para poder caracterizarla correctamente", explica Toni Cañada.
Este estilista reconoce su admiración por los trabajos realizados tanto por Justo Gutiérrez como por Leo Martínez, dos diseñadores que este año vieron la gala como público. Preguntado sobre si sabe si Justo Gutiérrez volverá al mundo del diseño del Carnaval, Cañadas lamenta su ausencia. "Su trabajo es exquisito, pero su declive final vino marcado por cúmulos de emociones que afectaron al artista hasta llevarlo casi al borde del precipicio. Pero ya está fenomenal".
Para este estilista, la década de los años ochenta fue una época gloriosa para Toni Cañadas profesionalmente hablando. "Antes se veía un trabajo completo; ahora los trabajos son más grandiosos, más majestuosos, pero no dejan de ser carros tirados por niñas. Se ha perdido el significado del traje; ahora se pueden llamar hasta la plataforma titulada...". "Entiendo a los diseñadores que echen manos de este tipo de recursos porque las niñas no pueden moverlos. También reconozco, aún así, que me gustan más los trajes de ahora que los de antes". Dado la entrevista fue realizada antes de la gala, Cañada apostó por Santi Castro como su diseñador favorito para hacerse con el título de reina, algo que a esta hora todo Tenerife y parte del extranjero ya conoce.

Humber